La última de las conferencias de las VI
Jornadas sobre Arte Románico, versó sobre “El románico en el valle del Besaya”.
En esta ocasión el ponente fue Enrique
Campuzano, doctor en Historia del Arte y director del museo diocesano
“Regina Coeli” de Santillana del mar.
El arte románico
en el valle dle del Besaya –comenzó su disertación- lo constituye un conjunto
homogéneo de monumentos alrededor de un eje de transmisión de conocimientos.
Este eje se desarrolla a través de los caminos medievales -al margen de los de
peregrinación- , que buscaban la salida al mar, con dos grandes centros
religiosos situados al inicio y al final del eje: las colegiatas de Sa Pedro de
Cervatos y Santa Juliana de Santillana
del Mar. Por estos caminos entraron las influencias culturales y las
repoblaciones tanto monásticas como mozárabes.
Por otro lado
–según el conferenciante- las iglesias rupestres, difíciles de investigar,
tiene poca presencia en el valle, aunque recientemente se ha encontrado una
ermita labrada en la roca en el monte de Siló, conocida como la Cueva de San
Martín o la Cueva de los Milagros.
El arte mozárabe
del siglo X, que lleva piedra de sillería, arco de herradura califal y se
desarrolla en altura con pilares compuestos y bóvedas, se encuentra
representado en el valle por la iglesias
de San Román de Moroso y Santa Leocadia de Helguera.
La iglesia de La
Serna de Iguña está datada en el año 1067 y se corresponde al estilo románico
desarrollado en el valle del río Ebro. Se trata de una iglesia construida en el
siglo XI, bastante antes que la primera de las iglesias construidas en siglo
XII. Se refiere Campuzano a la
ermita de San Lorenzo de Pujayo, datada en 1132.
Respecto a la
influencia que podría tener el foco aguilarense en la construcción de estas
iglesias del Besaya, se ha de descartar dicha influencia, ya que el románico de
Aguilar de Campóo es del último tercio del siglo XII o primeros de XIII,
posterior a los años de construcción de las del Besaya.
Con respecto a la iconografía de las más
antiguas de estas iglesias tiene un carácter simbólico, no narrativo, con
influencia de Cervatos en aquellos canecillos que expresan temas sexuales, los
relacionados con la simbología de los pecados capitales (representados por
animales) y, además, con las representaciones simbólicas de lo profano y de los
vicios frente a las virtudes.
Las iglesias que
se ubican en un espacio pequeño, de unos treinta kilómetros cuadrados, son:
San Andrés de
Rioseco del siglo XII, con iconografía simbólica, como el capitel de la
lujuria
.
San
Cosme y San Damián de Bárcena de Pie de Concha, con canecillos de representaciones sexuales
(influencia de Cervatos), de iconografía musical y simbología de lo profano.
San Martín de
Quevedo con canecillos eróticos y otros con representaciones de animales.
Iglesia de los
Santos Facundo y Primitivo de Silió. Con una cabecera de gran fuerza expresiva
y un ábside de tres calles de elevada altura. Uno de los capiteles representa a
los constructores de la iglesia, y otros la lujuria, los pecados capitales y lo
profano.
San Juan de
Raicedo con representaciones eróticas en sus metopas (influencia de Cervatos).
San Andrés de Cotillo con iconografía
arcaizante del siglo XIV.
Santa Marina de
Yermo es la más tardía, construida en el año 1203 ( influencia de la Colegiata
de Santillana del Mar), con un tímpano ilustrado de la lucha de un caballero
contra el dragón. Con iconografía de pasajes bíblicos que obedecen a un
programa impuesto. Además, caras en el ábside exterior que pudieran referirse a
leyendas medievales ya perdidas.
Finalmente, la
iglesia de Santiagop de Cartes, de la que sólo queda una puerta románica.
Acabada la exposición se abrió un turno
de preguntas con las que los asistentes
expusieron diverso temas. El ponente dio la debida repuesta a todas
ellas.
José Manuel García-Maestro
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