El pueblo cántabro de Bareyo se localiza en la costa oriental
de Cantabria, en la histórica comarca de Trasmiera. Desde Santander hay que
tomar la S-10/A-8 dirección Bilbao; luego, en la salida 197, dirección Galizano.
Una vez franqueado el Alto de Ajo existe una desviación a la derecha (un panel
lo señaliza) que lleva a la Iglesia. Esta se sitúa en medio de un altozano
frente a las marismas de Ajo y de uno de los
accidentes geográficos más importantes de región: el cabo homónimo de
las marismas.
La iglesia parroquial de Santa María o de La Anunciación
linda, por el norte, con el cementerio municipal, teniendo como referencia
una espectacular encina centenaria catalogada como árbol singular por el
Gobierno regional, y, al sur, con el pueblo de Bareyo. El templo es considerado
como uno de los más representativos del románico de la región.
De su pasado lejano no existe documento alguno que
certifique el año de su construcción. Entre los historiadores se especula que en
su génesis fuera un pequeño monasterio familiar (García Guinea), erigido durante la repoblación de la comarca (ss.
VIII y IX) emprendida por Alfonso I y Alfonso II, que con el devenir llegaría a
ser un importante enclave religioso de la comarca trasmerana.
Sería en el Cartulario de Santa María de Santoñade 1195 cuando, por primera vez, aparece el nombre del abad como testigo de una venta: dominus Petrus Abbas de Baredio. Otro documento, datado en 1555, hace referencia a la potestad de
algunos vecinos para nombrar el abad de Bareyo y de Castanedo, este cercano al
primero. Mas a la mitad del siglo XIX ya es iglesia parroquial, según figura en el Madoz y
así continúa siendo en la actualidad. En 1978 Santa María o de la Purificación
de Bareyo fue declarada Bien de Interés Cultural (BIC).
En los años 2004 y 2005 no sólo se realizaron trabajos de restauración
y excavaciones arqueológicas, sino también una investigación histórica de cuyo
resultado se comprobó que en 1553 seguía siendo abadía en régimen de patronato
familiar(Bohigas Roldán).
Aunque no existe ningún documento que certifique el año
de su construcción el investigador, García
Guinea, se atreve a señalar la erección del templo en las postrimerías del
siglo XII o principios de la siguiente centuria por coincidencia de elementos
arquitectónicos y escultóricos con la iglesia burgalesa de San Pantaleón de la
Losa, que sí contiene una inscripción de su consagración: el año 1207.
A pesar de los añadidos posteriores y de una exhaustiva remodelación
bajo el canon gótico y renacentista conserva intacto, empero, elementos
arquitectónicos románicos como son: la cabecera, el presbiterio, el llamado
pseudocrucero, el arco triunfal y la linterna o torre.
EXTERIOR
El ábside semicircular transmite no sólo una canon románico,
sino también una solidez gracias a su aparejo isódomo de sillares dispuestos a soga y tizón de manera irregular.
Dos gruesas columnas entregas, que alcanzan la cornisa, separan
el tambor absidal en tres paños, abriéndose en cada uno de ellos una ventana. A
su vez, dos líneas de impostas paralelas de doble caveto recorren la sección
perimetral del ábside –interrumpida en parte su trayectoria por los fustes de las
columnas referidas-, separándolo en tres tramos. El primer tramo tiene un
basamento de sillería de 1,10 a 1,50 m de alzado -esta desigualdad se debe al
desnivel del terreno- sobresaliendo dos pilares que sirven de apoyo a las
columnas entregas. Esta primera zona acaba en la línea de imposta de doble
caveto En el tramo superior se abren las ventanas, una por calle. La del centro
conserva intacto todos los elementos románicos: de doble vano, ajimezada, cuya
columna de tres fustes se remata con un capitel de volutas y bolas, desde el cual
se abren dos arcos de medio punto de
baquetones y escocias, que descargan sobre columnas acabadas con capiteles de
zarcillos y bolas. La ventana de la
derecha no tiene ningún interés escultórico; y, la de la izquierda, en cambio, fue
remodelada mal que bien y destruida parte de la columna (para dar cobijo, en el
siglo XVIII a una imagen de la Virgen, que con los años posteriores fue
retirada), añadiendo una chambrana , sostenida por ménsulas y adornada con bolas en los extremos. Toda la ventana se remata con una gran cruz sobre su eje superior. El resto de la ventana
mantiene su estructura románica, aunque bastante desfigurada por la referida
remodelación.
Capitel del ábside exterior |
Una serie de canecillos sustenta la cornisa absidal. En la
calle de la izquierda se alinean los siguientes: moldura de caveto, animal de
pie con la cabeza entre las patas, cabeza de animal vuelta hacia la derecha,
figura humana masculina itifálica, personaje femenino con las piernas levantadas
en postura obscena. En la del centro, en la misma dirección : capitel con
cabezas humanas masculinas. Los canecillos son: cabeza de bóvido de fuertes
cuernos, muy desgastado; cabeza de animal,
dos cavetos superpuestos, cabecita de animal mirando a la derecha. En el
siguiente capitel se cincela tres asnos, dos de los cuales juntan sus cabezas
en un ángulo. Y en la calle de la derecha, canecillos de dos cavetos
superpuestos y bola con caperuza en el centro, cabeza humana,personaje itifálico, dos cavetos superpuestos con punta de
diamante, y tres rollos verticales sobre caveto. En el muro norte mantiene
canecillos con decoración de bolas, aquillados… En cambio, la cornisa del muro
sur los ha perdido, pero mantiene las huellas de una ventana románica cegada,
mas en el interior conserva toda su estructura.
En cambio, la cornisa del muro sur del presbiterio ha
sufrido modificaciones a lo largo del tiempo, “posiblemente estuviera sostenida
con canecillos del mismo formato que los del norte” (García Guinea). Por otra parte, los canes de los muros del
transepto han sido ocultados por la construcción posterior de la sacristía.
Ventana ajimezada de ábside exterior |
En el muro meridional se abre un pórtico dando cobijo a la puerta de estilo renacentista, que da acceso al templo. Adosada al mismo muro
(S/W) se erige la torre-campanario de configuración prismática y de estilo
neorrománico, que sustituyó sin duda a una original románica.
La linterna cubre la cúpula que se alza en el centro
del transepto. De aspecto maciza y apariencia cuadrada, ya que si nos fijamos
bien los lados sur y norte son algo más largos. Se estructura en dos cuerpos a
los que divide una imposta moldurada. En el cuerpo inferior meridional se abre
una ventana del siglo XVIII, que
sustituyó a la original; en el superior otra muy similar a la anterior. Aún se
percibe en la cornisa de la cara sur una línea de imposta de puntas de diamante.
La linterna se remata con un tejado a cuatro aguas.
INTERIOR
Hay que descender tres escalones para acceder a la nave. Ocurre
lo mismo para pasar de la nave a la cabecera por hallarse esta a un nivel inferior. La planimetría del recinto es de una sola nave con pseudocrucero (del que hablaremos más adelante), presbiterio
recto y capilla mayor. A excepción de la nave, de las capillas abiertas en el
muro del evangelio y de la sacristía en el presbiterio sur, el resto es de
época románica.
Las tres Marías |
A primera vista llama la atención la cabecera que se embellece
con dos arquerías ciegas superpuestas, cubiertas con bóveda de cascarón de
sillería. Esta manera de rematar este espacio es típico de algunos templos cántabros: las
colegiatas de San Pedro de Cervatos, San Martín de Elines, Santa Cruz de
Castañeda,y la iglesia de los Santos Facundo y Primitivo de Silió.
Capitel de la capilla mayor |
Comenzaremos describiendo las arcuaciones del registro
superior. Suma en total siete arcos de
medio punto. La alineación de la arquería se inicia, por la izquierda, con una semicolumna
rematada por un capitel tallado con dos
animales cuadrúpedos que juntan sus cabezas.Todos los arcos se adornan con
chambrana (de cubos, de puntas de diamante, de cuatripétalas) y arquivoltas de
baquetón (en una de estas últimas se han grabado dos serpientes mordiéndose).
Las medias roscas se apoyan en capiteles fitomórficos, salvo el que representa
el Pecado Original (Adán y Eva).
Sorprende, además, una estatua-columna de“un personaje realizado con un
gusto y técnica popular, con barba y bigote vestido de pellote y pedules y las
manos las lleva cogidas a la altura de la cintura”(García Guinea). Los tres últimos arcos -del lado de la espístola- son
peraltados y con luz más reducida, rompiendo la armonía simétrica de las
arcuaciones. La alineación finaliza con un capitel de bolas con caperuza que
apoya sobre una semicolumna.
Capitel del presbiterio |
La arquería inferior configura solamente cinco arcos algo más
anchos que la superior, que apean sobre seis capiteles. A igual que en la
superior los arcos poseenchambrana continua y arquivoltas ligeramente resaltadas. La singularidad de esta arquería se manifiesta en la profusión de cabezas
humanas cinceladas en los capiteles (la mayoría de ellas barbudas con peinados
de ondas y expresión serena). De entre ellas sobresale una, enmarcada con
ondulaciones, que cubre su cabeza con un gorro cónico donde figura un especie
de báculo con volutas opuestas. Además, otras dos cabezas figuran por encima
del cimacio de dos capiteles. Algunos especialista han querido ver en esta
composición tan original de testas una representación simplificada de Cristo
con sus apóstoles.
El presbiterio
Se cubre con bóveda de cañón apuntado. El lado de la epístola
permanece, en parte, intacto; no así el del evangelio que desapareció al
abrirse en su espacio una capilla .Los dos tuvieron antaño la misma configuración. Lo
que vemos en el primero es un gran arco
de medio punto peraltado con gruesa arquivolta que cobija dos arcos ciegos: el fondo
del izquierdo se adorna con una venera, mas en el derecho se horadó el muro para
dar paso a la actual sacristía.
Abrahán e Isaac |
Una línea de imposta recorre tangente los arcos referidos.
Por encima de ella, se abre una ventana románica cegada bastante tosca. Sus capiteles, muy
deteriorados, descansan sobre fustes: el izquierdo, helicoidal; y el derecho,
de estrías. Los capiteles de los referidos arcos ciegos se cincelan con escenas
de la Resurrección. De izquierda a derecha: tres pomos de ungüentos, las
cabezas de las tres Marías (de nuevo la simplificación de los personajes), el sepulcro
con la tapa levantada sobre el que penden tres lámparas, las testas de los
soldados que dormitan y los ojos de dos mirones que contemplan la escena tras
un reducido ventano de una especie de muralla. De la arquería frontal sólo
resta los cuatro capiteles del gran arco de medio punto ornados con animales
fantásticos, algunos con cabeza humana.
El pseudocrucero
El paso del presbiterio al pseudocrucero se realiza a través
de un amplio arco, doble y apuntado, que apea sobre capiteles donde figuran un
hombre con bestias (el izquierdo) y animales fantásticos que cruzan sus cuellos
(el derecho). En lo que hemos denominado pseudocrucero (el término fue acuñado
por García Guinea) se alza una bóveda esquifada de anchos nerviosy cuatro plementos,
que descansan sobre las correspondientesménsulas. En los extremos de este
espacio se abren sendas capillas o absidiolas semicirculares cubiertas con bóvedas
de horno. “Disposición ciertamente extraña en la planimetría románica”
(Guinea). Se franquean por medio de arcos apuntados y doblados sostenidos por
capiteles. Los de la epístola adornan las cestas con grifos enfrentados y
cabezas humanas; en cambio, los del evangelios figura en uno de elloa un hombre que
sujeta por las argollas a dos bueyes de enormes cuernos. En el interior de esta
capilla aparece un ángel sedente con libro. El parecer de García Guinea, es que este friso
formaría un conjunto con las dos figuras del interior de la absidiola de la
epístola que podrían ser Abrahán e Isaac
ante el fallido sacrificio. La cubrición de las dos capillas se realiza con
bóveda de horno.
Detalle de la arquería superior |
El resto de la nave ya es de época no románica y se cubre con
bóveda de crucería estrellada. En una de las capillas laterales del evangelio se expone un
sarcófago descubierto durante las obras de restauración, realizadas en el 2003,
en el exterior oeste de la iglesia.. En la lauda lleva una inscripción que
traducida dice así:
Aquí yace Munio, el siervo De Dios.
Se desconoce la identidad del personaje, pero es innegable que sería alguien importante. Tampoco se ha podido datar con cierta exactitud el sarcófago. Según los especialistas estaría entre los ss. IV y XII.
Aquí yace Munio, el siervo De Dios.
Se desconoce la identidad del personaje, pero es innegable que sería alguien importante. Tampoco se ha podido datar con cierta exactitud el sarcófago. Según los especialistas estaría entre los ss. IV y XII.
Capitel de la absidiola izquierda |
La pila bautismal
La de Bareyo con la de Santa María del Puerto de Santoña y la
de la colegiata de Santa Juliana de Santillana del Mar componen la tríada de
pilas bautismales románicas más bellas de la región.Se encuentra en una estancia bajo la torre-campanario. Se
compone de tres registros. El superior lo forma la cuba con cuatro amplios
lóbulos, cuya altura es de 48 cm. Su perímetro exterior está adornado con
palmas verticales, lazos helicoidales, tallos curvilíneos con hojas inscritas y
entrelazos. en algunos de ellos aún conservan restos de policromía. El interior es gallonada. Soportan
la cuba un par de leones tumbados sobre la basa y entre sus fauces aparece un
brazo humano. En medio de las dos bestias sobresale una cabeza humana.
Texto y fotos: Javier Pelaz Beci
Bibliografía:
"El Románivo en Cantabria". García Guinea, M.A. ESTVDIO 1996.
Enlaces net:
www.romanicodigital.com
Texto y fotos: Javier Pelaz Beci
Bibliografía:
"El Románivo en Cantabria". García Guinea, M.A. ESTVDIO 1996.
Enlaces net:
www.romanicodigital.com
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