La forma de los monasterios irlandeses (s. VI-XII)
En el monasterio existen distintas zonas. Por un lado construcciones funcionales para el sustento material del establecimiento. Existen zonas privadas, a las que tienen acceso solamente los miembros de la comunidad: el escritorio o las habitaciones de los monjes, por ejemplo. Por otro lado, está “la ciudad sagrada”, cuyo centro es el templo, donde predomina un amplio espacio público para acoger a visitantes; no podemos olvidar tampoco la existencia del albergue u hospital de peregrinos. Si vemos fotografías de enclaves ortodoxos, nos damos cuenta de que ni siquiera las diferencias rituales o doctrinales hacen cambiar la imagen, aunque en la forma del templo predomine un tipo de planta distinto al canónico en Occidente. Todo ello, salvando distancias de tiempo y de particularidad geográfica, claro.
Pero, ¿qué pasaría en un lugar donde no existiese la
tradición urbanística mediterránea? ¿Se importarían directamente los modelos o
podríamos asistir a una fusión entre cualesquiera modelos nativos y los
“estilos” forasteros?
Configuración inicial de una villa irlandesa
Como en otros casos, Irlanda nos proporciona un ejemplo
estupendo de esto. Sabemos que en Irlanda no existieron “ciudades” en el
sentido que nosotros las conocemos hasta el siglo XIV ó XV, cuando se
intensifica la influencia de la cultura anglo—normanda sobre algunos puntos
claves del país, especialmente dentro del territorio conocido como Pale (“dentro
de la empalizada”). Fuera de este ámbito, el mundo era eminentemente rural y
“salvaje”. De todos modos, las primeras que pueden llamarse ciudades
aparecieron en relación con poblaciones escandinavas situadas en los estuarios
de grandes ríos, en lagos y junto al mar: Dublín, Limerick, Galway, Cork
(siglos IX-XI). El modelo de éstas es el del enclave comercial vikingo, es
decir una agrupación de numerosas cabañas cuadradas, entre las que corren calles
de “puentes” o caminos de madera (que ya eran conocidos
anteriormente en Irlanda), asentados
sobre el fondo blando de los depósitos fluviales por
http://www.viking.no/e/images/dubhouse.jpg
medio de pilotes. El centro de la ciudad era el puerto y había
una empalizada que defiende relativamente el enclave, sujeto a inundaciones e
incendios repetidos. Conocemos bastante bien estas ciudades gracias a las
muchas, exitosas y rápidas excavaciones arqueológicas llevadas a cabo en la
ciudad vieja de Dublín, como sabemos, fundada por escandinavos en el s. IX. Anteriormente
a esas fechas, las únicas ciudades que habían en Irlanda eran… ¡Exacto! Las “Ciudades
de Dios”, los monasterios. Irlanda, recordemos, había sido cristianizada (o re—)
en el s.V.
Clonmacnois
Se conservan íntegros pocos recintos monásticos medievales
irlandeses. Los únicos enteros —por ej. el eremitorio de Skellig Mhícheál— son
demasiado peculiares para poder tomarlos como ejemplo general, aunque poseen
características interesantes.
Esta reconstrucción del primitivo monasterio de Devinish (s.
VII), en el norte de Irlanda, está basada en datos arqueológicos. Es cierto que
nos recuerda la “aldea de Asterix” de los cómics, pero tal era la imagen de la
mayoría de los monas
terios irlandeses desde las primeras
fundaciones hasta bien entrada la Edad Media.
Y hablamos tanto de los grandes monasterios (caso de Clonmacnois,
que recibe en las fuentes escritas en latín el nombre de civitas) como de los
más pequeños. Unos y otros formaron una red de “ciudades” extendida por toda la
isla, que fue el fundamento de la mayoría de las poblaciones que hoy dia se
encuentran en Irlanda, aunque éstas tienen una fisonomía que procede de cambios
urbanísticos muy posteriores, entre el s. XVII y el XIX. Es decir: los
monasterios fueron el origen de la población y de su nombre, de ahí que la
toponimia registre tantos Kill- (que
no son “asesinatos”, sino iglesias, Cíll)
pero su forma actual ya no le debe nada, o muy poco, al enclave original.
El caso es que en esos sitios “tan primitivos” se crearon
joyas como El Libro de Kells, la orfebrería “neolateniense” de broches y
objetos litúrgicos, o las Cruces Altas de las que ya hablamos(1). En estos sitios
se escribieron los maravillosos compendios de historias legendarias de los
irlandeses paganos, que tanto subyugan a los investigadores de la Céltica de la
Antigüedad.
Plano de una Civitas Dei
Claramente, existía un ordenamiento urbano, pero estaba
alejado del modelo mediterráneo. Dos corrientes principales se unen para darle
origen. Una es el tipo de habitación nativo, denominado rath o dún (o cashel, que es un préstamo latino) según
su amplitud e importancia, que hunde sus raíces en la Edad del Bronce y del
Hierro. El otro es la preocupación cristiana por el simbolismo del cosmos ordenado, sacralizado por
Cristo, aunque muchas veces hay elementos puramente nativos en este simbolismo.
Texto: Carmen Leal. Madrid
(1) "TRES CRUCES IRLANDESAS" de Carmen Leal.
BIBLIOGRAFIA & LINKS
(1) "TRES CRUCES IRLANDESAS" de Carmen Leal.
BIBLIOGRAFIA & LINKS
Françoise Henry: Irish Art: In the Early Christian Period (to 800 A.D.) Cornell University Press, 1965.
F.J. Byrne:
Irish kings and High Kings, Dublin 1973.
http://www.philarm.com/ en este portal Philip Armstrong muestra sus dibujos de las
estupendas reconstrucciones de espacios monásticos irlandeses que hemos
utilizado en el post.
http://www.100objects.ie/ en este portal (también libro electrónico)
hay 100 objetos significativos de la Historia de Irlanda, entre ellos la
campana de S. Patricio (sin relicario) de la ilustración.
La primera imagen es el monasterio de Devenish en el norte de Irlanda, en su fase s. VIII. Se aprecia como se construian las casas (primero esqueleto de pilotes de madera, luego techado y finalmente paredes de adobe). El material para el techado se obtiene de los cañaverales junto al lago. Se ve una iglesia de madera. En el enlace que ha quedado suelto hay un dibujo de un asentamiento escandinavo; podría ser un barrio del Dublin Medieval. La siguiente imagen es una "vista aérea ideal" de un territorio monástico, con sus "aldeas" integradas pero independientes. A dia de hoy, con este artículo, estoy aprendiendo mucho sobre cómo funcionaban materialmente estos monasterios tan raros.
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