martes, 13 de febrero de 2018

IGLESIA DE SANTIAGO DE GOBIENDES




      Próxima a la capital del concejo de Colunga se encuentra la iglesia de Santiago de Gobiendes sobre una colina con espléndidas vistas hacia el mar Cantábrico y la ladera Norte de la Sierra del Sueve. Iglesia de peregrinos: hasta aquí llega el Camino de la Costa y a pocos kilómetros  San Salvador de Priesca, San Salvador de Valdedios… San Salvador de Oviedo. La devoción a Santiago en el Reino de Asturias toma gran importancia pues tal es la advocación de esta iglesia y la de un altar lateral en Valdediós y otro en Priesca.  Sin características ni ornamentación notable a primera vista, es la austeridad de este templo lo que atrae la atención, simplicidad que no es tal si tomamos en consideración más de un milenio de historia. 


      No se conoce documento alguno sobre la fecha de consagración, pero se menciona en una donación  del rey, Ordoño II, a la Catedral de San Salvador de Oviedo, el día 8 de Agosto de 921. El original se ha perdido pero existe una transcripción del obispo, Don Pelayo, para el Liber Testamentorum en 1129 (Libro de los Testamentos de la catedral de Oviedo).  Santiago de Gobiendes formó parte de un monasterio como también San Salvador de Priesca, y en este texto se describe su territorio.

       Al no existir inscripción ni documento referente a la fecha de consagración es difícil poner fecha al edificio con excatitud. Tomando en cuenta la decoración, sus capiteles corintios guardan semejanza con los de los miradores de Santa María del Naranco, por lo que no podría ser anterior a la segunda mitad del siglo IX. Siguiendo el estilo arquitectónico de la iglesia de Santullano, modelo a su vez de San Salvador de Priesca y Santo Adriano de Tuñón, consta de planta basilical con tres naves separadas por arcos de medio punto con dovelas de ladrillo que reposan sobre capiteles imposta lisos en pilares monolíticos como los de San Salvador de Valdedios. Al extremos de las naves destacan las columnas entregas con capiteles corintios  y el típico collarino sogueado astur. Los ábacos lucen una espléndida decoración geométrica. Estos capiteles son muy semejantes a los de la arquería ciega de San Julián de los Prados (Santullano), aunque en este caso son piezas reaprovechadas de construcciones visigodas del norte del Duero. Iluminan la nave cuatro ventanas con dintel de madera.


      La cubierta de las dos capillas laterales de la cabecera es de piedra toba. Dos ventanas en la pared oriental conservan el cierre de alabastro original y las carrilleras donde posiblemente se fijaran las celosías. El arco toral de la capilla central está sobreelevado pero pueden observarse aún las huellas en el punto de inserción de los canceles que separaban el presbiterio de la nave.

      Durante los siglos XVII o XVIII la capilla mayor sufrió profundas transformaciones: se destruyó el muro del testero con objeto de ampliar la superficie del ábside desapareciendo así la arquería ciega adosada. En el Museo de la Iglesia de Oviedo se conserva algún capitel posiblemente originario de esta arcada.


      Al exterior, reubicada en el muro meridional de la capilla mayor actual, una ventana geminada original de piedra caliza con alfiz que de inmediato capta la atención del visitante que recorre  el entorno de esta sencilla y a la par encantadora iglesia. El pilar central se decora muy esquemáticamente con un cuadrado y líneas incisas diagonales, el capitel troncopiramidal con círculos entrelazados y una esvástica de brazos ondulados. Una inscripción posterior da fe de las múltiples intervenciones que han ido tranformando esta iglesia altomediaval a lo largo de su historia: REEDIFICOSE AÑO 1853. De esta época data la espadaña y la inmensa galería que rodea la iglesia al Sur y Oeste. Se reforma nuevamente el área occidental construyéndose un nuevo cuerpo para lo que fue necesario derribar en parte el pórtico tripartito original aunque se respetaron las habitaciones laterales. Se eleva el pavimento cubriendo parte de los pilares y se cierran los ventanales originales. La nueva sacristía sustituye a la habitación primitiva.

      En los años 80 del pasado siglo el arquitecto, Magín Berenguer Díez, restaura el templo en profundidad. Recupera el aspecto original de la nave mayor: abre de nuevo las ventanas del claristorio y recupera la altura original de la cubierta de madera a dos vertientes. El pavimento vuelve a su nivel primitivo aunque se ha perdido para siempre el clásico opus signinum prerrománico. 


      Emilio Olávarri lleva a su vez la intervención arqueológica descubriendo parte del bloque del altar de la capilla mayor y el muro de cierre del testero. Son exhumados varios enterramientos medievales en el interior del templo.

Texto y fotagrafías: Cristina Sánchez. Gijón

Bibliografía:

Enciclopedia del Románico (Fundación Santa María la Real de Aguilar de Campoó).
Arte Prerrománico en Asturias. César García de Castro Valdés. Ménsula Ediciones.
-Prerrománico asturiano. El arte de la Monarquía Asturiana. Lorenzo Arias. Ed. Trea.