miércoles, 18 de junio de 2014

¡ POR EL BUEN CAMINO ! LA ERMITA DE SAN ROMÁN DE ESCALANTE SERÁ DECLARADA "BIEN DE INTERÉS CULTURAL"


      Con fecha del 6 de Junio del año en curso, el Boletín Oficial de Cantabria (B.O.C. nº 108) publica que “se incoa expediente para la declaración  de la ermita de San Román, en el término municipal de Escalante, como Bien de Interés Cultural, con la categoría de monumento.”

      Ya en febrero de 1986 se acordó lo mismo por la Consejería de Cultura del Gobierno de Cantabria, pero no se concluyó el expediente por razones que no fueron conocidas. Con la resolución actual parece que, por esta vez, la cosa va en serio. Así de claro lo señala el  informe “ante la necesidad de proteger el inmueble debido a sus relevantes valores histórico artísticos”.

      Celebramos –con cierto escepticismo, eso sí- el compromiso tomado por el director regional de Cultura, Joaquín Solanas García. Esperaremos hasta su aprobación definitiva como B.I.C., para voltear las campanas de alegría. Suponemos que por la alternancia de gobiernos de distinto color político al frente de la Dirección de Cultura es la causa de que la referida ermita haya permanecido en un impasse de tan larga duración.
 

      A raíz del cambio de titularidad, de propiedad privada a pública, un periódico regional publicó ya en abril del 2008 que la Consejería de Turismo y Cultura estaba tramitando un proyecto singular para el edificio religioso que daría paso a la construcción anexa al templo de un museo semisepultado en el mismo solar, donde se expondrían reproducciones de los edificios románico y góticos de la cornisa cantábrica de la región. De aquello nada más se supo.

      Una de las visitas obligadas, cuando se planifica un itinerario románico por Cantabriala, es, sin lugar a dudas, la ermita de San Román. Los motivos son varios, pero, en especial, por haber sido -y continúa siendo- un enclave sustancial en el llamado Camino de la Costa santiagués y, en sobremanera, por albergar en la cabecera románica del templo un programa iconográfico singular ejecutado con gran acierto. Capiteles historiados (el Descendimiento o la matanza de los Inocentes), imágenes cariátidas (la Virgen sedente con el Niño o la del personaje con un libro en la mano)…  hacen de la capilla mayor una de la joyas del románico cántabro.

      Ahora sólo nos toca esperar, con moderado optimismo, la protección oficial de ermita.

Texto y fotos: Javier Pelaz. Coordinador de AdR-Asturias/Cantabria.
 

martes, 17 de junio de 2014

PIEZAS SUNTUARIAS ROMÁNICAS EXPUESTAS EN LOS DISTINTOS MUSEOS DE LEÓN*


        

      Con el traslado de la sede capitalina, de Oviedo a León, en tiempos de Ordoño II, se inicia una nueva etapa expansiva del Reino de Asturias. Los llamados Campos Góticos fueron repoblados por gentes de la franja norteña hasta el río Duero, límite natural con el califato de Córdoba. 

      En las postrimerías del siglo XI, doña Sancha hereda la corona del reino de León, tras la muerte de su hermano, Bermudo III. A desposarse la reina con Fernando I de Castilla, se cristaliza la unión de ambos reinos.
Arca de los marfiles

      Tanto es el esplendor alcanzado por la corte leonesa a la sazón, que los más prestigiosos orfebres –venidos algunos allende las fronteras-, trabajarán en el afamado taller de eboraria de la corte real, creando piezas de gran valor artístico. Éstas, en la actualidad, se exponen en su mayoría en los museos leoneses, especialmente en el de la Colegiata.

Arca de San Isidoro
      Otras piezas como “calvarios”, diferentes tallas de la Virgen sedente, capiteles… provienen en su mayoría de iglesias rurales o antiguos monasterios ya desaparecidos de la región. Son representaciones que por su alto valor, no sólo crematístico, sino histórico-artístico,  se encuentran bien a resguardo en  los siguientes museos:

 

MUSEO DE LA COLEGIATA DE SAN ISIDORO

-Cáliz de doña Urraca
Cáliz de doña Urruca

      Según la tradición sería el mismo usado por san Isidoro, datado en el siglo XI, y donada por doña Urraca a la colegiata. Consta de dos piezas de ónix (copa y pie) y unidas por chapas, bridas y filigranas de oro. Diferentes piedras preciosas e inscripciones adornan sus bordes.

-El Arca de los marfiles

      Salido del taller creado en los tiempos de Fernando I y doña Sancha. En sus veinticinco planchas de marfil se representan a los doce Apóstoles (en las plaquetas laterales) y en la tapa: un Pantocrátor, arcángeles, las plagas apocalípticas etc. Además se muestra un portapaz almendrado del siglo XII.

-El Arca de San Isidoro

      En su día fue el relicario del santo. Construida con chapas de plata, representa en relieves el ciclo de Adán y Eva; y en la tapa personajes regios. Del scriptorium de la colegiata procede la conocida Biblia Románica.

MUSEO  DE  LEÓN

Ubicado en el antiguo convento de San Marcos, junto al homónimo hostal.

-El Calvario de Corullón

      Un Cristo sin brazos ni cruz y a sus lados la Virgen y san Juan. Procede de la iglesia de San Miguel de Corullón. Fue tallado posiblemente entre los siglos XI y XII.

-El Cristo de Carrizo

      Pieza de marfil al que le falta también la cruz. La cabeza, las manos y los pies están sobredimensionados. Procede el monasterio cisterciense de Santa María de Carrizo.
Cristo de Carrizo

-El capitel de los ocho Apóstoles

Estuvo quizás en el monasterio de Sahagún.  

-Figura de Santo

      Puede tratarse de san Pelayo antiguo patrón de la colegiata y procedente de la basílica de San Isidoro, seguramente de una de las portadas.

-Virgen de Escalada

Del siglo XII

-Capitel de la primitiva catedral de León

-Crucifijo de esmaltes

Datado en el siglo XII

 

MUSEO  CATEDRALICIO  DIOCESANO

Una serie de tallas con la representación de la Virgen mayestática, Theotokos, siendo habitual en el Románico.

-Las de Santibáñez de Lomba, Santa María de Ordá, Salce, Seca y Carbajosa.

Y las de Cristo:

-de Torrecillo y de Vallejo

 

*Suplemento para la próxima visita a León

Texto: Javier Pelaz. Santander

 

Bibliografia:

“Real Colegiata de San Isidoro. El tesoro de León”. Viñayo Gonzalez, A. Ed. Edilesa

“Guía del Románico en España”. Cobreros, J. Ed. Anaya  

Fotos: Wikipedia

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 


viernes, 13 de junio de 2014

PANTEÓN REAL DE SAN ISIDORO DE LEÓN: UN ANÁLISIS INTEGRAL DEL MONUMENTO*


PRÓLOGO

      El panteón que se encuentra situado a los pies de la Basílica de San Isidoro, es recinto funerario desde su origen, incluso antes de recibir los restos de san Isidoro y la plasmación en las bóvedas de sus espectaculares frescos, por los que es Monumento Artístico Nacional desde 1910 y en el que se enterraron durante la Edad Media la mayoría de los reyes y reinas de León y Castilla.

 
Última Cena


 

HISTORIA

      Es el nártex o pórtico occidental de la primitiva iglesia de San Juan Bautista arrasada por Almanzor y que Alfonso V el Noble mandó reconstruir junto con el monasterio de San Pelayo, en pobres materiales (tapiales y ladrillo), también ordenó edificar dos cementerios, uno en la cabecera para obispos, y otro a los pies (in occidentali parte),  como atrio sin cubrir dedicado a enterramientos regios, donde puso los cuerpos de sus padres Vermudo II y Elvira García, y todos los reyes anteriores sepultados en el monasterio de San  Salvador de Palat del Rey.

      A la muerte de Alfonso V le sucede Vermudo III,  último rey de origen cántabro y a la muerte de éste -en lucha con su cuñado- la corona pasa  a su hermana, Sancha I, reina de León, Asturias y Galicia, siendo su esposo  Fernando I el Magno, primer rey de Castilla e infante de Navarra.

      Sancha  tuvo el papel fundamental de ser la trasmisora del poder del reino, ella podía entregar su corona a su marido y, luego, a su hijo. También fue abadesa del monasterio de San Pelayo, es decir fue domina del Infantado.(1)

      La reina pidió y convenció  a su esposo el rey, Fernando, para llevar a cabo una edificación en piedra de la iglesia de San Juan Bautista y de que sus enterramientos fueran allí, en vez de en los monasterios de Oña o Arlanza.

      A comienzos del s. XI, en el reino de León y en el condado de Castilla se seguían conservando los edificios y la liturgia con tradición y cultura hispánica (visigoda), mientras que en el condado de Barcelona y algunas partes de Europa había entrado ya el Románico, acompañado de las nuevas teorías sobre la liturgia romana aconsejadas por el Papa.

      Este apego a la antigüedad tanto en la construcción como en la liturgia de la misa se puede explicar, porque ambos reinos estuvieron inmersos en las luchas de la Reconquista. Así, sus construcciones imitaban a la de los visigodos y la liturgia era hispánica o mozárabe ya que se conservó, tanto por los cristianos en los núcleos de resistencia de las montañas cántabras, y luego en las tierras reconquistadas a los musulmanes. (2)

      La primera mitad del s. XI,  fue un periodo de crecimiento precipitado, desordenado y violento, y el gran impulso reconquistador permitió unos reinos más grandes y poderosos, que buscaron las formas de expresión cultural, política, social y religiosa que se estaban produciendo en el resto de Europa.

      El proyecto de los reyes, Sancha y Fernando, se llevó a cabo mandando derribar la iglesia de tapiales de Alfonso V, y construyendo en su lugar un templo de piedra, con lo que tenemos la primera iglesia románica del reino de León.

 
Escena del Apocalípsis


 

      Reconstruyeron también el espacio dedicado a Panteón Real, un contiguo pórtico adosado al templo por la parte de la muralla romana.

      Las obras quedan finalizadas en el año 1063, como así lo atestigua la lapida epigrafiada situada en el arcosolio principal, donde da fe del traslado realizado por los reyes de las reliquias de san Isidoro a este nuevo templo.

      Se accedía al Panteón desde el interior de la iglesia a través de una puerta que todavía existe y que está condenada desde el s. XII.

      De esta primitiva iglesia de Sancha y Fernando sólo pervive el Panteón y algunos elementos de la primitiva iglesia. En él se enterraron sus fundadores, así como el padre del rey Fernando, Sancho el Mayor, rey de Navarra.

      Al morir Fernando, repartió su reino entre sus hijos y  sus hijas. Éstas, Elvira y Urraca, recibieron el Infantazgo.  El tener en sus manos unas instituciones eclesiásticas  como los monasterios  a cuya cabeza estaba el de San Isidoro, les permitió controlar unas riquezas extraordinarias.

      La  Infanta Urraca de Zamora fue una de las figuras femeninas más  conocidas de su época, su influencia fue muy notable, pues intervino en las decisiones políticas más importantes del último tercio del s. XI.

      La misión de las infantas, como administradoras de los monasterios a su cargo, las llevó a participar en un de los acontecimientos más importantes de su tiempo: la reforma de la Iglesia Católica, en general; y  de la liturgia, en particular, propuesta por el papa, Gregorio VII, coetáneo de las dos infantas.

      Una de ellas, Urraca, mandó hacer muchas obras de ampliación y mantenimiento de la iglesia abacial del monasterio de San Isidoro, dando al Panteón su configuración actual, y decretó realizar la decoración pictórica del mismo.

       Es un espacio cuadrado delimitado por el muro occidental de la iglesia, que tenía una puerta, que fue cegada con motivo de las nuevas obras de ampliación. La zona, que daba al Panteón, se convirtió en altar dedicado a santa Catalina de Alejandria, y en la documentación de la época puede verse este nombre alternado con “Capilla de los Reyes” para denominar al Panteón Real, y se abrió en compensación otra puerta en el ángulo sur oriental. La cámara tiene poca altura lo que le da el falso aspecto de cripta sin serlo.

      Como ya hemos dicho es una construcción de planta cuadrada de aproximadamente  8 m de lado, con dos robustas columnas exentas, sobre las que se apoyan siete arcos que dividen el espacio en tres naves. Arcos fajones  y formeros compartimentan su espacio superior en seis bóvedas de crucería muy aplanadas.

       Y no sería arriesgado suponer que fue con su consentimiento, cómo se llevó a cabo el cambio de la liturgia mozárabe por la nueva de la iglesia que el Papa estaba difundiendo, con la ayuda de los monjes de Cluny.

      Así a mediados del s. XI, el rito hispánico empieza a ser suplantado por el romano, la resistencia del clero local es bastante grande, pero en 1080 Alfonso VI convoca el concilio de Burgos y declaró oficialmente abolido el rito hispánico, pero el apego a este liturgia de las infantas hizo que la Real Basílica de San Isidoro de León conservara el privilegio de seguir celebrando algunas ceremonias  en el rito hispánico o mozárabe.

      Urraca no vio acabadas las obras que terminaron sus sobrinos-nietos ,hijos  de la reina Urraca I, Alfonso VII y su hermana, Sancha, domina también del Infantado, que restauró la vida monástica y ella misma profesó en el monasterio, aunque en el año 1147 mandó, que este monasterio, dependiera de los canónigos regulares de San Agustín.

      Se reanudan las obras dirigidas por Pedro de Dios, que también había trabajado antes de la muerte de la infanta Urraca y se termina la decoración pictórica del Panteón por artistas desconocidos. Como muy tarde, en el año 1149 es cuando se consagra la iglesia.

 
Anunciación a los pastores


PINTURA

      Las pinturas son las que han dado fama a este panteón y desarrollan los tres ciclos litúrgicos de la misa siguiendo el rito mozárabe o hispánico: Navidad, Pasión, y Resurrección y tienen su inicio en el muro meridional y siguiendo el sentido de las agujas del reloj culmina en la puerta de acceso a la iglesia.

      La Navidad: Anunciación, Visitación, Epifanía, Navidad, Anuncio a los pastores, Huida a Egipto, Circuncisión, y Matanza de los Inocentes.  Interesante la escena de esta última, desde el punto de vista de la indumentaria de los soldados y de su armamento, dado el detalle y el realismo con que está realizada. Y el anuncio del ángel a los pastores, donde los montes en que pastan los rebaños se resuelve por medio de líneas onduladas que sugieren montecillos.

      La Pasión: Ultima Cena, escenas de pasión y crucifixión. En la primera, Judas roba el pez, símbolo de Cristo, y también se representa el gallo que señaló las negaciones de Pedro, donde aparece también un apóstol -el que tiene una jarra con la que sirve el vino- en el que asombra su expresividad y el cuidado detalle de su ejecución. Las figuras se adaptan a la zona donde están pintadas y existe cierta comunicación entre las figuras, se miran entre ellos.

      La Resurrección: Gloria de Cristo según el Apocalípsis de San Juan, Pantocrátor (Maiestas Domini) y entronización del año. El Cristo en Majestad ocupa el centro de la bóveda central, lugar tomado como cabecera del Panteón, Cristo sedente sobre el trono celestial y porta el liber domini, por la pagina en que se lee ¨EGO SUM LUX MUNDI¨ (¨Yo soy la luz del mundo¨). Alrededor de Él, los cuatro evangelistas representados como Tetramorfos: Mateo, como hombre; Juan, el águila; Marcos, el león y Lucas, el novillo

      En el intradós del arco formero, situado a la derecha de Cristo, en el Pantocrátor, se representaron los doce meses del año  y las tareas a realizar en cada uno de ellos.

       En el resto de los intradoses aparecen representados profetas y santos del Antiguo y Nuevo Testamento y se reconocen entre otros a los profetas Elías y Enoc, flanqueando a la mano de Dios, y en la escena del Espíritu Santo se distinguen a San Gabriel y San Rafael.

Detalle de la Anunciación a los pastores
 

      Se desconoce el autor o autores de la obra, pero son de influencia franco-románica, que penetro en España gracias a los caminos de Santiago y a los contactos políticos con Francia, pues el rey, Alfonso VI, estuvo casado con Constanza de Borgoña, que era sobrina de Hugo, abad de Cluny. Aunque las pinturas también tienen una influencia bizantina, por la riqueza de la simbología utilizada. Están realizadas al fresco sobre estuco blanco (yeso) y en ellas se entremezclan escenas de lo divino y lo humano, y se  utilizan recursos técnicos bastante avanzados.

       Podemos resumir las características estéticas:

-Hay un predominio del dibujo sobre el color.

-Gama cromática restringida a colores primarios: azul, castaño, ocre, rojo y blanco con un predominio de los rojos.

-El espacio está compartimentado en cenefas ornamentadas como los Beatos, es decir, las escenas se enmarcan en orlas decorativas.

-Falta de perspectiva, pero se ven intentos de romperla, así dan pinceladas de tono blanco para delimitar volúmenes y dar corporeidad a las figuras.

-Falta de expresividad en los rostros.

 -Las figuras se identifican a partir de las inscripciones en latín.

 
Calendario agrícola: Noviembre


ESCULTURA

      En el Panteón son muy importantes también los capiteles y la escultura en ellos realizada.

      Los hay con tema vegetal de tradición hispánica y con figuras zoomórficas e historiados, sorprendentes por ser los primeros en el arte románico español que reproducen escenas bíblicas: el de la izquierda. representa la resurrección de Lázaro, y el de la derecha, la curación del leproso.

 
Calendario agrícola: Octubre


 

EPÍLOGO

      El siglo XIX fue el peor en la historia del Panteón. En los primeros años sufrió la Guerra de la Independencia con la ocupación de las tropas francesas de Napoleón, conviertiendo el templo en un pajar y los sepulcros de piedra de los reyes en abrevaderos, extrayendo para ello los restos reales. Acabada la guerra se recogieron los restos ¨de tantos reyes y personajes reales¨y se les depositó revueltos en las pocas arcas que quedaron utilizables, y así permanecieron hasta febrero de 1997.

       En esa fecha se hizo un estudio de los huesos por la asociación Española de Paleontología, para la identificación personalizada de los restos y aún se trabaja en ello.

      El Panteón Real es la joya de San Isidoro, y su magnífico estado de conservación ha hecho que se le conozca por ¨La Capilla Sixtina del Románico”.

*Suplemento para la próxima visita de San Isidoro de León

(1)El Infantado o Infantazgo

Fue una institución medieval de mediados del s. X establecida a favor de las infantas solteras (pudieron casarse) que vivían como religiosas en los monasterios y a las que se les concedía el dominio sobre gran cantidad de monasterios, y ostentaban el titulo de dominas o abadesas

(2) ¿Qué es la liturgia hispánica o rito mozárabe?

Es la liturgia de la Iglesia Católica que se consolida entorno al s. VI en el reino visigodo de Toledo y que practican los reinos hispánicos hasta el s. XI. Es una ceremonia que tiene mucho de la judía: salmos, lectura de las Escrituras; y, también, elementos romanos. Se la conoce también como liturgia mozárabe, porque pervivió en las comunidades de cristianos bajo el dominio musulmán.

Texto: Maite Martinez. Santander

BIBLIOGRAFIA

Antonio Viñano Gonzalez. “Real Colegiata de León, El tesoro de León”.  Ed.Edilesa 2004.

María Jesús Fuente. “Reinas Medievales”. Ed. La Esfera de los Libros 2004

WEBGRAFIA

Benaventearte.blogspot.com

www.esarteespañol.es

viernes, 6 de junio de 2014

GALERÍA FOTOGRÁFICA DEL XII SENDERISMO ROMÁNICO

El grupo ante la portada de la iglesia de Santa Juliana de Lafuente
Se observa y se comenta el programa iconográfico del ábside
Un rincón de la senda
Maravillosa vista....
del desfiladero de La Hermida
Mirador de Santa Catalina a una altitud de 700 metros, suspendido en el aire
Ermita de San Pelayo, enclavada en los riscos del La Hermida
Pinceladas cromáticas durante la subida a la ermita
No faltó la sidra casera de Cris para endulzar la jornada
Brindando por aquelos amigos que no pudieron estar esta vez con el grupo
Y sin más, de vuelta a casa: algo fatigados, pero con ganas del próximo senderismo

Fotos: Fernando García y Javi Pelaz

MONASTERIO DE GRADEFES: EL CÍSTER EN LEÓN


                             

       En el sugerente territorio  leonés, que a lo largo de su discurrir de Norte a Sur, dibuja el río Esla desde  la Cordillera Cantábrica hasta su desembocadura  en el Duero, el pueblo de Gradefes de Rueda destaca por la belleza y monumentalidad del monasterio cisterciense de Santa María, una  magnífica construcción románica, muy cercana al monasterio  altomedieval de San Miguel de Escalada y, asimismo, al cisterciense monasterio de Santa María en Villaverde de Sandoval, éste último fundado en 1171 por donación imperial de Alfonso VII, ampliado en el XVII y abandonado tras la Desamortización, a diferencia del edificio que nos ocupa, siempre habitado hasta día de hoy por una comunidad de monjas. Ambos edificios ejemplifican el ideal bernardo de sobriedad, pureza de líneas y luminosidad.

 

      El Libro Tumbo, obra del monje de Santa María de Sandoval,  fray Mateo de la Vega,  que ordenó elaborar en 1594 la abadesa  María de Quiñones Pimentel, y los centenares de documentos que alberga, aportan una valiosa información sobre el origen y posterior historia del monasterio. La noble leonesa Teresa Petri (Teresa Pérez) fue fundadora y primera abadesa en la era 1206 (1168), fundación que se inicia en territorio donado por el emperador Alfonso VII a Teresa y su esposo, el caballero García Pérez, fallecido en 1166, y ampliado por los bienes patrimoniales del matrimonio. En principio el monasterio fue uno de los siete filiales del navarro Santa María de la Caridad (Tulebras), de donde llegaron algunas de las monjas en 1168 a establecerse en esta nueva fundación; a su vez Santa María la Real fue origen de otros monasterios bernardos, y en 1199, pasa a depender del monasterio burgalés de Las Huelgas.

 

Muro septentrional


      En 1629, debido a las nuevas disposiciones del Concilio de Trento, o tal vez por la necesidad de rehabilitación que pudo sufrir el edificio, la comunidad se traslada a Medina de Rioseco, y ya en 1632 regresa de nuevo cuando la monja de Carrizo, Isabel de Quiñones Bravo y Acuña ocupa el cargo de abadesa.

 

      En 1868. tras el decreto de supresión de las órdenes religiosas, en Gradefes sólo continuaban dos religiosas, pero en 1880 se traslada a este lugar una comunidad cisterciense procedente de Avilés y dos años más tarde llegan también las monjas de Otero de las Dueñas, con lo cual el cenobio continuó en plena actividad. Las monjas bernardas del monasterio de Alcalá de Henares se incorporaron a esta comunidad en 1999.

 

Girola


      La construcción románica original fue levantada con piedra caliza posiblemente de las canteras de Boñar. En la actualidad, permanece la iglesia y parte de la estructura del claustro en tres de sus pandas y la sala capitular. Como estructura realmente singular se dotó al templo de una girola o deambulatorio, característica que también destaca en otro monasterio algunos años anteriores como es el zamorano de Moreruela (1132), aunque en el caso de Gradefes se trata del único monasterio femenino en construirse de este modo, ya que era más común en lo monasterios masculinos para facilitar las oficios del culto.

 

      Parece que las obras comenzaron en 1177, nueve años después de su fundación, pero la situación económica del monasterio, nada boyante durante el siglo XIII, paralizó en parte la continuidad de las obras, por lo que de esta época data el ábside de planta semicircular, la girola y el primer tramo de tres incipientes naves. La nave central y la de la Epístola, así como el coro a los pies de la nave central se construyen en el XVII. Según algunos autores, la idea de la girola o deambulatorio surgió en la Île-de-France en construcciones no cistercienses e influidas por la Saint Denis del abad Suger.

 

Cerramiento de la capilla mayor


      En Gradefes consta de cinco tramos trapezoidales cubiertos de bóveda ojival, que reposan sobre los pilares de la capilla mayor, cuyos dos cuerpos divide una imposta: el inferior, abarca hasta la altura de la girola y se compone de siete arcos apuntados y doblados, cinco corresponden al ábside y dos al presbiterio. En al tramo superior abren cinco vanos de medio punto con gran derrame al interior, que sumados a los vanos de los absidiolos, iluminan el templo con la intensidad característica de los edificios del Císter.

 

      Si contemplamos tan soberbio edificio desde el exterior, comprobamos cómo los absidiolos corresponden en altura a la girola, sobresaliendo por encima el cuerpo superior de la capilla. Unos contrafuertes de sección triangular, que coinciden con los arcos fajones al interior de la girola separan el ábside central de los laterales. El central consta de tres paños divididos por dos semicolumnas adosadas con capiteles escuetamente figurados y que ascienden hasta una cornisa bien enriquecida de canecillos. La austeridad cisterciense impone una minimalista decoración en los capiteles, predominando la temática fitomórfica, a pesar de que sí aparecen unas sobrias  figuras humanas, en concreto una “Huída a Egipto”, San Miguel o personajes del Bestiario que parecen contravenir el ideal bernardo, lo que podría ser indicio de que el maestro de obras era ajeno a la Orden.

 

 


      Durante el siglo XVIII, se sustituyen las dependencias monásticas adosadas al muro meridional de la iglesia, por sencillas construcciones típicas de la comarca. Así ocurre con el claustro, que pese a mantener su estructura medieval sólo conserva vestigios románicos en el ala Este, pues la Oeste se construyó en el XVIII, con arcos de medio punto sobre pilares. Se accede a la Sala Capitular a través de una monumental entrada abierta en la panda oriental y que aplica toda la tradición del císter para este tipo de dependencias: arco apuntado central y tres vanos apuntados, ligeramente a cada lado con dos o tres pares de columnas sobre zócalo. Al interior dos lucillos, de medio punto al Sur y adornado con dientes de sierra al Norte, éste último utilizado como torno para comunicar con la sacristía.

 

      La puerta más antigua de las conservadas y única abierta al público data del siglo XIII y se localiza a Occidente en el único tramo existente de la nave Norte o del Evangelio. Consta de doble arco apuntado, el interior más simple de boceles y el exterior con zig-zags, como en la Sala Capitular y tal como se han decorado los monasterios de Carracedo y Sandoval, encontrándose  pues este motivo procedente del Norte de Europa en numerosos monumentos del Románico tardío.

      La más oriental de las puertas del muro meridional que comunica con la sacristía destaca por la geometría de su friso, y la más occidental, que comunica con el claustro, presenta vano adintelado con triple arco apuntado y capiteles con motivos vegetales y volutas.

 

      Los sesenta y cinco canecillos que decoran las cornisas, incluida la capilla mayor, no presentan una temática demasiado ortodoxa y tampoco parece que sus escultores se esmeraran en el cuidado de la estética. Como colofón al ornamento del edificio monasterial,  dos sepulturas del siglo XIII con estatuas yacentes  en el segundo tramo de la girola y que posiblemente corresponden a los sepulcros de los fundadores, el conde, García Ponce y  su  esposa,  Teresa Pérez,  procedentes del monasterio de Sahagún, donde, atendiendo a su voluntad, habían sido enterrados.

 

Ala este del claustro


      Una inscripción grabada en el muro de la nave del Evangelio desvela la fecha de fundación por doña Teresa Petri, el 1 de Marzo de 1177. La inscripción se traduce del siguiente modo: “En la Era 1215 (año 1177), kalendas de Marzo, fue fundada esta iglesia de Santa María de Gradefes por la abadesa Teresa”. Otra inscripción conservada es un epitafio: “Aquí yace don Nicolás, que fue capellán de este monasterio y canónigo de la iglesia de León. Murió el 22 de marzo, domingo de la era 1365 (año 1327)”. Existió también otro epígrafe desaparecido en la actualidad sobre la entrada de la sala capitular: “Paz a quien aquí entra. Todo sea favorable a quien ora y suplica”.

 

      Santa María la Real de Gradefes custodia un importante museo de orfebrería de los siglos XVI al  XVIII, también  una granTheotokos  del siglo XIII, aunque policromada en el XVI. El término Theotocos adquiere popularidad en el siglo III, para referirse a la “Madre de Dios”, imagen que se torna modelo para la iconografía cristiana a partir del Concilio de Éfeso del 431. Su uso se extiende por  Occidente a partir del siglo X. El niño sentado sobre la rodilla izquierda de su madre porta un libro con la inscripción VERBUM CARO FACTUM EST ET HABITAVIT IN NOBIS (“El Verbo se hizo carne y habitó entre nosotros”); la mano derecha en posición de bendecir indica que el Niño actúa como Maestro, no como Juez. Un Cristo en madera policromada, que formaba parte de un Calvario del siglo XIV, preside la biblioteca conventual.

 Texto y fotos: Cristina Sánchez. Gijón.

 Bibliografía:

-“Enciclopedia del Románico”. Fundación Santa María la Real. Aguilar de Campóo.

-“Las Rutas del Románico”- Cobreros, J. Ed. Anaya

Webgrafia:

-Ayuntamiento de Mansilla de las Mulas:


 

 

 

 

miércoles, 4 de junio de 2014

APUNTE HISTÓRICO-ARTÍSTICO SOBRE SAN MIGUEL DE ESCALADA


          San Miguel de Escalada

Historia:

 

    Los orígenes del actual conjunto monumental de Escalada, se pierden en la noche de los tiempos, aunque modernas excavaciones arqueológicas van sacando a la luz su historia. En dicho lugar se han encontrado restos romanos tardíos de los S.IV y V, posiblemente pertenecientes a una explotación agrícola, aunque hay autores que defienden la existencia de un templo romano dedicado al culto del dios Mercurio, protector del comercio, los caminos y guía de las almas.

     Mas abundantes son los restos de la época visigoda pertenecientes a los siglos VI y VII, en que hay constancia de la existencia de un templo bajo la advocación del Arcángel San Miguel, con funciones semejantes a las del dios romano Mercurio. Este templo visigodo fue destruido durante la invasión árabe del S.VIII.

       A finales del S.IX, un grupo de monjes cristianos (mozárabes) dirigidos por el obispo Alfonso, huyeron de Córdoba buscando protección en estas tierras, entonces pertenecientes al reino astur-leonés bajo la corona del rey Alfonso III el Magno.

     Dicho rey necesitaba repoblar estas tierras reconquistadas recientemente y para ello favoreció asentamientos de cristianos mozárabes que huían de las condiciones impuestas por los árabes en el Sur de la Península. Al grupo dirigido por el obispo Alfonso les entregó unos terrenos cerca del río Esla a unos 20 Kms de la ciudad de Leon y donde había existido el mencionado templo visigodo de San Miguel Arcángel.

    Los monjes con ayuda de familias que habían realizado el viaje con ellos desde Córdoba, aprovechando los restos del templo visigodo, en poco tiempo levantaron una iglesia de tipo basilical de tres naves en el estilo que actualmente se denomina “Arquitectura de Repoblación” y que se extendió por la zona norte del río Duero con otros templos de la misma época y características como Santiago de Peñalba o San Cebrián del Mazote.

                                                                                                             

      Este hecho se recogió en una lápida, desaparecida, pero cuyo texto fue transcrito por Manuel Risco, “España Sagrada” de 1.784. En dicho texto se afirma que en el año 913 se levantó la Iglesia de San Miguel de Escalada por el obispo Alfonso, bajo el reinado de García I (911-914) y su mujer Mumadonn y que en su consagración estuvo presente el obispo de Astorga, Genadio, el famoso ermitaño del Valle del Silencio de Peñalba.

    La primera regla que rigió en el monasterio fue la de San Isidoro, aunque tras el Concilio de Coyanza(1.050) adoptaron la regla de San Benito. En ese mismo año(1.050) visitaron el monasterio los reyes, Fernando I y su esposa Sancha, para celebrar la incorporación del Monasterio al Infantado de León. En dicho acto estuvieron presentes las autoridades eclesiásticas con el obispo Cipriano al frente, siendo abad Sabarico, fallecido en 1.059 y que mando abrir la actual puerta de entrada sobre su tumba, según consta en una lápida existente en la misma.

    En el año 1.088, tal y como se recoge en una inscripción en el ara del altar principal, siendo abad Suero Álvarez y con presencia del obispo, Pedro, hay una restauración que coincide con la construcción de la Torre, la prolongación del pórtico y el denominado Panteón de los Abades dedicado a san Fructuoso, ya en clave puramente románica.

     Durante el reinado de Alfonso VII la infanta doña Sancha Raimundez se hace cargo del Patronato de San Miguel de Escalada y en el año 1.155 el Monasterio es donado a la orden de San Rufo, cumpliendo el deseo de doña Berebguela, esposa de Alfonso VII, hija de los Condes de Barcelona y devota san Olegario, abad General de la orden de San Rufo, convirtiéndose San Miguel de Escalada en un Priorato de la abadía central de Provenza, con la única dependencia directa a ella y al Papa.

    Por escrituras conservadas en el archivo Legionense se sabe que en 1.246 los canónigos de San Rufo que eran los dueños del monasterio, lo quisieron vender al cabildo leonés con  todas sus dependencias por 500 marcos de plata pura, pero que la operación no se llevó a término. En el S.XIV(1.355) la peste asoló la región quedando reducida la congregación a un solo canónigo, sin atender a la jerarquía episcopal, causando problemas en más de una ocasión ya que algunos obispos deseaban para sí las riquezas de Escalada.

    En el S.XVI fue nombrado prior, Antonio de Guevara, capellán de Felipe II, cuyo sarcófago se conserva en la capilla de la torre y tiene inscrita la fecha de su muerte el 26 de Marzo de 1.597. A comienzos del S.XVII el obispo Andrés del Caso, consiguió la mediación de Felipe III ante el Papa Pablo V, para que las dos terceras partes del patrimonio del Monasterio, fueran cedidas al Monasterio de Trianos próximo a Sahagún y donde se había creado un seminario. A partir de entonces el declinar fue imparable, hasta que las desamortizaciones del S.XIX redujeron a ruinas sus edificaciones, salvándose únicamente su iglesia convertida en parroquia.

     Afortunadamente, la declaración de Monumento Nacional en 1.886 y las restauraciones llevadas a cabo, han permitido conservar este magnífico edificio.

    Aunque no quedan vestigios del mismo, es muy posible que San Miguel de Escalada contara con un “scriptorium” donde vio la luz el manuscrito conocido como Beato de San Miguel de Escalada, conservado actualmente en la Biblioteca Morgan de Nueva York. En dicho manuscrito de mediados del S.X, el autor se identifica como Maius, señalando que lo escribió en un monasterio dedicado a San Miguel Arcangel. En una anotación posterior del S.XIII se alude a Petrus, canónigo de San Rufo y dado que esta orden se asentó en dicho monasterio bajo esa advocación, es lógico pensar que esa era su procedencia.

 

 

Descripción:

 

      Del conjunto de San Miguel de Escalada lo más importante es su iglesia rectangular de planta basilical que consta de tres naves y otros tantos ábsides con cabecera plana. Está construido en mampostería con refuerzos de sillares en sus esquinas y ábsides, siendo rematada por hiladas de ladrillo en las partes superiores. Son muros relativamente poco gruesos, por lo que se descarta que hubiera intención de abovedar la Iglesia.

    Desde el exterior, a lo largo de la parte sur está el pórtico compuesto por doce arcos de herradura con un alfiz corrido construido en dos fases posteriores a la construcción de la Iglesia. La cabecera plana únicamente tiene contrafuertes en la separación de los ábsides, al estilo asturiano, la cubierta de la cabecera es a tres aguas en el ábside central, mientras que los laterales la tienen a una sola. La nave central es más ancha que las laterales y tiene tejado a dos aguas, mientras que en las laterales la cubierta es a un solo plano. La cubierta de la nave sur(Epístola) está prolongada incluyendo el pórtico.

 

          

     Los aleros del tejado están se sostienen por modillones de rollos escalonados con adornos de rosetas, muy del estilo mozárabe.

    La Iglesia esta iluminada por 17 ventanas, de las que doce se abren en los laterales de la nave central. En la cabecera hay tres ventanas en la parte central de los ábsides y dos ventanas mas esta situadas a gran altura de la nave central. Estas últimas tienen celosías y están talladas en un solo bloque de piedra caliza. Igualmente es muy interesante la ventana que se encuentra en la parte oeste de la galería con dos arcos de herradura enmarcados en un alfiz.

    Lo más conocido de San Miguel es el pórtico situado en el lado meridional. Consta de 12 arcos levantado en dos fases. La primera corresponde a los siete arcos de la parte de poniente y se hicieron en torno al año 925, poco después de finalizar la iglesia. Los cinco restantes que ocupan en lado oriental fueron realizados en el S.XI al tiempo que se levantaba la torre.

     Los siete occidentales son arcos de herradura algo más cerrados de lo habitual y descansan en capiteles corintios con adornos de hojas realizados en mármol blanco y en la parte inferior tienen un doble collarino sogueado. Los cinco arcos restantes tienen los capiteles de mayor tamaño y una de sus caras es plana por lo que indica que son reaprovechados de otro lugar, muy  posiblemente del Monasterio de San Pedro de Eslonza, que fue derruido en una de las incursiones de Almanzor en el año 988.

    En dicha galería se encuentra la puerta de entrada a la Iglesia mandada construir por el abad Sabarico, cuya tumba se encuentra a los pies según indica una inscripción en el arco de la misma. Existe otra puerta cegada que daría al crucero de la Iglesia y que también tiene correspondencia con otra similar situada en la parte norte. En un lucillo podemos ver el sarcófago donde fue enterrado el prior Raunulfo, en el año 1.260

      El interior de la Iglesia sorprende por la forma en que están resueltos los distintos espacios delimitados por arquerías que el efecto de la luz que penetra pos sus ventanales multiplica las sombras, brillos y penumbras.                                                                                         

     Dos hileras de cinco arquerías cada una dividen el volumen en tres naves longitudinales, la del centro(4,75m) más ancha que las laterales(3,00m). Mirando a la cabecera, en la nave central hay tres arcos que separan la nave del presbiterio, también llamado iconostasio. En las naves laterales, esta división se realiza con un solo arco. Los fustes de estas columnas, son de diferentes grosores y texturas lo que apoya la teoría de su reaprovechamiento y procedencia de antiguas construcciones localizadas en las proximidades.

    La decoración alcanza su máxima expresión en los canceles que sirven de separación entre las naves y el transepto. Estos canceles, realizados en piedra caliza, están tallados por una de sus caras y los motivos esculpidos están relacionados con la decoración  visigótica a base de dibujos geométricos, temas vegetales, racimos, aves picoteando, esvásticas de brazos curvos y de forma muy sobresaliente, un elemento desconocido en el mundo visigodo como es la palmera. En resumen un conjunto de relieves que por sus motivos, combina las influencias orientales con los viejos temas visigodos.

   



     El iconostasio que separa la parte de los fieles de los ábsides de la cabecera y que estaba reservado a los clérigos en el culto mozárabe, tiene la misma anchura que las naves laterales y da acceso a los tres ábsides de la cabecera, que tienen planta de herradura y están cubiertos por bóvedas gallonadas de cuatro secciones.

     El conjunto ornamental cuenta con un friso horizontal que recorre la parte más sagrada del templo, que contiene representaciones de águilas y leones entrelazados por un estilizado tronco de palmera de influencia oriental.

    La cubierta de las naves se levantó en el S.XIV sustituyendo a la original que era más baja y plana que esta que vemos actualmente. Tiene pinturas de estilo mudéjar y escudos de Castilla y León.

    El acceso a la parte románica se puede hacer  por la torre a través de una puerta situada en el extremo oriental de la galería o directamente desde el exterior a través de una puerta situada en la parte meridional de la nave. La puerta de acceso a la torre tiene en su tímpano un cancel procedente del iconostasio de la propia Iglesia. Dicha torre en su origen tuvo tres plantas, de las que quedan dos apoyadas en machones y en su lado oeste conserva una ventana con doble arco de herradura, inscrita en un arco exterior. La nave llamada “Panteon de los Abades” conserva una colección de sarcófagos de diferentes épocas.

   Por todo lo expuesto, San Miguel de Escalada reúne una historia milenaria en la que se puede seguir la evolución del Arte de Repoblación, que hunde sus raíces en la arquitectura asturiana, mantiene algunos elementos visigodos e incorpora formas orientales importadas por aquellos hombres que vivieron en contacto con la cultura musulmana sin perder sus señas de identidad cristiana. 

     
Texto: Mikel Unanue. Donosti

Fotos: Paula Guillot

Bibliografia:

"El Románico Asturiano", Alvarez Martinez, M. Soledad. Ed. Trea

"Guía del Románico en España", Cobreros, J. Ed. ANAYA

"Enciclopedia del Románico". Románico Digital. Fundación "Santa María la Real". Aguilar del Campóo.