sábado, 20 de abril de 2019

FINALISTAS DEL IV CONCURSO DE FOTOGRAFÍA

Relación de las  fotografías finalistas del IV Concurso, organizado por Amigos del Románico (AdR)-Asturias/Cantabria y el Aula de Patrimonio Cultural de la Universidad de Cantabria (UC).

El tema del concurso de este año (2019) fue: "IGLESIAS ROMÁNICAS DE LA CUENCA DEL BESAYA (CANTABRIA).

De un total de 61 fotografías presentadas por 14 concursantes se eligieron 20 finalistas, que se exponen a continuación:




Otoñal románico. San Juan de Raicero. Autor: Ángel Benito Bercero (BERNADVS). Vitoria.
 


En clave de sol. Santos Facundo y Primitivo de Silió. Autor: Jesús Tellería Armendáriz. Santander
San Juan de Raicedo. Autor: Augusto Guedes de Castro. Vilanova d´Aurosa (Pontevedra)






Grifo. Santa María de Yermo. Autora: Cristina Sánchez Gómez. Gijón








Fernando. Santos Facundo y Primitivo de Silió. Autor: Jorge J. Martinez Fernández. Torrelavega




Santos Facundo y Primitivo de Silió. Autor: José Luis Cerezo Gutiérrez. Torrelavega




Santos Facundo y Primitivo Dde Silió. Autor: José Luis Cerezo Gutiérrez. Torrelavega




Arquivoltas. Santa María de Yermo. Autor: Juan Sánchez-Calero López. Santander (Segundo premio)




Dragón herido. Santa María de Yermo. Autor: Juan Sánchez-Calero López. Santander




Leones y Daniel. Santa María de Yermo. Autor: Juan Sánchez-Calero López. Santander





Naturaleza al románico. Santos Facundo y Primitivo de Silió. Autora: María Ortubia Cofiño (Mar.I.A.). Santander




Santa María de Yermo. Autor: Pedro de la Vega Hormaechea. Puente Viesgo-Cantabria





San Andrés de Cotillo de Anievas. Autor: Pedro de la Vega Hormaechea. Puente Viesgo-Cantabria




Derecho de autor. Santa María de Yermo. Autora: Reyes San Martín Zorrilla. Ajo-Cantabria




Autorretrato a pie de la carretera. Santa María de Yermo. Autora: Rosa G. Nieves. Madrid (Premio Fotografía Creativa




Santos Cosme y Damián de Bárcena de Pie de Concha. Autora: Mercè Rota Serra (NACMA)





Santos Cosme y Damián de Bárcena de Pie de Concha. Autora: Mercè Rota Serra (NACMA). Alella-Barcelona





Dignidad. San Andrés de Rioseco. Autora: Montserrat Rota Serra. Borredá-Barcelona

Santa María de Yermo. Autor: Rubén Ríos Martín. Santander

Santa María de Yermo. Autor: Rubén Ríos Martín. Santander (Primer premio)

sábado, 30 de marzo de 2019

PORTADA DE LA ANTIGUA IGLESIA DE SAN ISIDORO DE OVIEDO. APREMIA SU CONSERVACIÓN


      De aquel "estilo románico ovetense" (Alvarez Martinez) poco queda en la actualidad. Si dejamos aparte la Cámara Santa y la torre adosada a la catedral sólo se conserva algún que otro vestigio arquitectónico del siglo románico. Sin duda, el más llamativo de estos últimos no es otro que el llamado arco de la antigua iglesia románica de San Isidoro, ubicada actualmente en el recinto del parque del Campo de San Francisco de la ciudad.

Derribando la iglesia de San Isidoro

       Remontándonos en el tiempo no existe documento alguno que testifique con total seguridad la datación de  la Iglesiade San Isidoro, templo mercatorum, de Oviedo. El primer documento en el que aparece el nombre,data de 1227, es un contrato de venta de un edificio. Años más tarde, en 1237, se hace referencia de nuevo en las ventas de unos edificios in fonte rua que vasit ad eclessia de Sancti Isidori.

     
El arco de San Isidoro en la plaza del Paraguas
      La iglesia se hallaba junto a las murallas en donde hoy se denomina la Plaza del Paraguas, entre las calles de San Isidoro y Ecce Homo. En aquel tiempo fue un espacio de mucha actividad comercial. Con el tiempo la iglesia alcanzó gran transcendencia, tanto por ser parroquia del Consistorio, como por su elevado número de feligreses que acudían a ella.A causa de esto último, en el año 1770 la parroquia se traslada, por decisión del obispado, a la iglesia del Colegio de San Martín por su mayor capacidad de espacio.

      Cerrado ya San Isidoro al culto, el edificio fue utilizado para diversos menesteres (como tahona y sede de la Cocina Económica) hasta su cierre definitivo. El mismo arquitecto municipal recomienda a la Corporación la demolición de la fábrica por no reunir una total seguridad. Hecho que tuvo lugar en 1922 “sin tener en cuenta su remota antigüedad ni su gran mérito artístico y arqueológico (HerreroMontero). Lo único que se salvó para la historia fue la portada occidental, gracias a su adquisición por parte del Centro de Estudios Asturianos para cedérsela, a continuación, al Ayuntamiento.

Deribado la iglesia de San Isidoro

       Por una resolución de la corporación municipal del año 1925 se determinó que el arco de la portada de San Isidoro fuera instalado en un lugar del Campo de San Francisco. En la referida resolución se indica las obras a realizar en la reconstrucción del arco, destacando la siguiente: “como obra imprescindible para preservar el arco de la acción destructora de las lluvias, construcción de un remate en piedra a dos vertientes ajustado en todo al carácter arquitectónico del arco”. Y finalmente se apostilla “procurando siempre respetar el carácter de monumento y el sello de identidad que la avalara”.

Actual emplazamiento del arco de San Isidoro en el Campo de San Francisco (Foto: Javi Pelaz)

      Transcurrida una centuria desde la instalación de la portada en el referido parque sigue sin haber sido realizada la cubrición del arco. Como consecuencia de esta manifiesta desidia el deterioro constante es claramente evidente y visible. Tan visible que los capiteles que rematan las columnas (algunas de estas han desaparecido) se han desfigurado por la impregnación de la humedade n la piedra. Se aprecia, además, su completo abandono en la primera arquivolta y guardapolvos ajedrezado que la enmarca, que han perdido la mitad de sus roscas. Una cosa es predicar y otra dar trigo. De aquello de que “había que preservar el arco”, visto a día de hoy, sólo fueron palabras hueras, ya que nunca se tuvo la intención de plasmarlas en la realidad.

Capiteles deteriorados (Foto: Javi Pelaz)


      Si hubiera un manifiesto interés de salvaguardar de su progresivo deterioro  el último vestigio de la iglesia románica de San Isidoro el Real, se intentaría encontrar una solución. ¡Qué mejor remedio que poner en práctica aquella resolución que se tomó en su día de cubrirla "con un remate de piedra a dos vertientes"!

Texto: Javier Pelaz Beci

Bibliografía: 

EL ARCO DE SAN ISIDORO DE OVIEDO. Ana María Herrero Montero. LIÑO 22. Revista Anual de Historia del Arte.

EL ROMÁNICO EN ASTURIAS. María Soledad Álvarez Martinez. TREA.










domingo, 24 de marzo de 2019

RESUMEN DE LA CONFERENCIA "EL ARTE ROMÁNICO EN EL VALLE DEL BESAYA"


        
       La última de las conferencias de las VI Jornadas sobre Arte Románico, versó sobre “El románico en el valle del Besaya”. En esta ocasión el ponente fue Enrique Campuzano, doctor en Historia del Arte y director del museo diocesano “Regina Coeli” de Santillana del mar.



      El arte románico en el valle dle del Besaya –comenzó su disertación- lo constituye un conjunto homogéneo de monumentos alrededor de un eje de transmisión de conocimientos. Este eje se desarrolla a través de los caminos medievales -al margen de los de peregrinación- , que buscaban la salida al mar, con dos grandes centros religiosos situados al inicio y al final del eje: las colegiatas de Sa Pedro de Cervatos y Santa Juliana de  Santillana del Mar. Por estos caminos entraron las influencias culturales y las repoblaciones tanto monásticas como mozárabes.

      Por otro lado –según el conferenciante- las iglesias rupestres, difíciles de investigar, tiene poca presencia en el valle, aunque recientemente se ha encontrado una ermita labrada en la roca en el monte de Siló, conocida como la Cueva de San Martín o la Cueva de los Milagros.

      El arte mozárabe del siglo X, que lleva piedra de sillería, arco de herradura califal y se desarrolla en altura con pilares compuestos y bóvedas, se encuentra representado en el valle  por la iglesias de San Román de Moroso y Santa Leocadia de Helguera. 

      La iglesia de La Serna de Iguña está datada en el año 1067 y se corresponde al estilo románico desarrollado en el valle del río Ebro. Se trata de una iglesia construida en el siglo XI, bastante antes que la primera de las iglesias construidas en siglo XII. Se refiere Campuzano a la ermita de San Lorenzo de Pujayo, datada en 1132. 

      Respecto a la influencia que podría tener el foco aguilarense en la construcción de estas iglesias del Besaya, se ha de descartar dicha influencia, ya que el románico de Aguilar de Campóo es del último tercio del siglo XII o primeros de XIII, posterior a los años de construcción de las del Besaya.

       Con respecto a la iconografía de las más antiguas de estas iglesias tiene un carácter simbólico, no narrativo, con influencia de Cervatos en aquellos canecillos que expresan temas sexuales, los relacionados con la simbología de los pecados capitales (representados por animales) y, además, con las representaciones simbólicas de lo profano y de los vicios frente a las virtudes. 

      Las iglesias que se ubican en un espacio pequeño, de unos treinta kilómetros cuadrados, son:

      San Andrés de Rioseco del siglo XII, con iconografía simbólica, como el capitel de la lujuria
.
    San Cosme y San Damián de Bárcena de Pie de Concha,  con canecillos de representaciones sexuales (influencia de Cervatos), de iconografía musical y simbología de lo profano.

      San Martín de Quevedo con canecillos eróticos y otros con representaciones de animales.

      Iglesia de los Santos Facundo y Primitivo de Silió. Con una cabecera de gran fuerza expresiva y un ábside de tres calles de elevada altura. Uno de los capiteles representa a los constructores de la iglesia, y otros la lujuria, los pecados capitales y lo profano.

      San Juan de Raicedo con representaciones eróticas en sus metopas (influencia de Cervatos).

      San Andrés de Cotillo con iconografía arcaizante del siglo XIV. 

      Santa Marina de Yermo es la más tardía, construida en el año 1203 ( influencia de la Colegiata de Santillana del Mar), con un tímpano ilustrado de la lucha de un caballero contra el dragón. Con iconografía de pasajes bíblicos que obedecen a un programa impuesto. Además, caras en el ábside exterior que pudieran referirse a leyendas medievales ya perdidas.

      Finalmente, la iglesia de Santiagop de Cartes, de la que sólo queda una puerta románica.
      Acabada la exposición se abrió un turno de preguntas con las que los asistentes  expusieron diverso temas. El ponente dio la debida repuesta a todas ellas.

José Manuel García-Maestro

lunes, 18 de marzo de 2019

VI JORNADAS SOBRE ARTE ROMÁNICO. EL VALLE DEL BESAYA. EJE ROMÁNICO EN CANTABRIA



     El pasado 9 de marzo ,  Jaime Nuño González, arqueólogo, impartió la conferencia que lleva este título dentro de las ya tradicionales jornadas (VI) sobre Arte Románico que junto con el Aula de Patrimonio Cultural de la UC  organiza Amigos del Románico ( AdR).


     “Los monumentos románicos en el valle del Besaya”, es por tanto el centro, este año,  de nuestra atención.
    
     El  ponente  empezó por señalar la articulación del territorio cántabro en el siglo XII. Lo que entonces se conocía como la Montaña de Burgos constaba de tres zonas: la zona que transcurre paralela al litoral, la del valle del Ebro y Campóo-Los  Valles, que comunican la meseta con el litoral.

      Uno de estos valles, quizás el más importante, es el del Besaya .  Era la vía de comunicación,  ya en tiempos romanos,  entre Pisoraca (actual Herrera de Pisuerga ) y Portus Blendiun (actual Suances ) .  Si trazamos ejes de los caminos importantes en Cantabria en la época veremos  cinco. Entre ellos el que nos ocupa: el valle del Besaya . Si trazamos los caminos en un mapa, observamos, que en las intercesiones de los caminos, están las colegiatas románicas de Cantabri , con lo cual nos indican los puntos importantes.
   
      Observando un mapa de Cantabria -señala Nuño- con todos los puntos donde haya iglesias ,elementos o restos románicos nos damos cuenta que hay tres zonas importantes de concentración de templos: el valle de Liébana es una de ellas, la otra es el sur con Campoo y Valderredible , la tercera es el valle del Besaya. El resto está bastante disperso.


   
     Los dos polos de monumentos que nos ocupan son las colegiatas de Cervatos y la de Santillana. Esto es importante a nivel estilístico, pues al tratarse de una vía de comunicación veremos influencias de una y de otra, según la cercanía a alguna de ellas . Estas colegiatas actúan como focos importantes de estilo y de construcción , y hacen que haya cierta unidad de estilo en todas las construcciones y tallas de capiteles y canecillos.

     Hay 35 elementos considerados románicos en la cuenca del Besaya. Hay más concentración en el valle de Iguña , que en el de Buelna , o quizás se conserven más restos y en Buelna  hayan desaparecidos. Hay algunas construcciones ya desde el año 1085 cuando la zona depende del infantado de Covarrubias. 

     El confereciante nos fue enumerando las iglesias y describiendo algunos elementos comunes y que denotan la influencia de Cervatos y Santillana. Citó la más importante que es:  la de los Santos Facundo y Primitivo de Silió. Tiene un ábside de grandes dimensiones, con una arquería interior decorada con capiteles, algunos destruidos, pero otros conservados bastante bien, de diferente temática . En el exterior, los capiteles de las ventanas se conservan muy bien y son de buena factura con representaciones del cielo y el infierno (monos demoníacos ) y unos monjes impartiendo la bendición de excelente acabado. Los canecillos con los temas clásicos de músicos, circenses y, ¡cómo no!, los eróticos, donde la influencia de Cervatos es más que evidente. Existen dos pilas bautismales: una tronco-cónica en la cual no está claro si es gótica o románica y, otra cuadrada, que puede ser hasta anterior al románico.

    Enumeró las iglesia del valle: San Pantaleón de Cañeda,  Santa Juliana de Aldueso, Santa Maria de Pie de Concha , San Martín de Quevedo , San Cosme y San Damián de Barcena de Pie de Concha , Nuestra Señora de la Asunción de La Serna de Iguña , Santa Cruz de Arenas de Iguña,  San juan de Raicedo y otras muchas más que nos dan idea de la importancia que tuvo que tener como vía de paso, pues este valle debería de estar bastante poblado para construir y sostener tantas iglesias.

    Merecen mención especial -según Nuño- otras dos iglesias:  una por su singularidad al haber sido en su día trasladada piedra a piedra  a una finca particular. Es la ermita de San Lorenzo de Pujayo (en la actualidad en un recinto privado en el pueblo de Molledo), y que conserva dos capiteles en la ventana lateral (por supuesto recolocada) que representan la avaricia y la simonía  en un obispo. Hay en la portada dos capiteles de influencia de Santillana, uno con un águila con las alas explayadas,  que se repite como motivo en la zona. La otra iglesia muy importante es la de  Santa Maria de Yermo que tiene una inscripción con la fecha y la autoría de uno de los pocos nombres  que nos consta en el románico: Pedro Quintana. En esta iglesia se nota, en la ornamentación, la influencia de Santillana. A destacar el famoso tímpano de la lucha del  dragón y el caballero.


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    Otra curiosidad es el ábside de la ermita de San Miguel de Puente San Miguel, que está engullido por un puente y que es difícil de detectar.  pues utiliza el ábside como pilar del puente.

   En fin,  una jornada enriquecedora en cuanto al conocimiento del románico cántabro, y, a la vez la satisfacción de ver que la asistencia fue numerosa y que uno de los fines de estas jornadas, que  es la difusión del arte románico, da sus frutos.

Texto: Tomás Lozano Barcenilla
Fotografía: Javier Pelaz Beci