sábado, 30 de abril de 2016

Resumen de la conferencia del arqueólogo Jaime NUÑO GONZÁLEZ dentro de las III JsAR



      El 16 de abril se celebró en el Paraninfo de la Universidad de Santander (UC), la segunda conferencia  organizada por el Aula de Patrimonio de la  referida universidad y universidad y la Asociación de Amigos de Asturias/Cantabria ( AdR), dentro de las III Jornadas sobre Arte Románico.  Abrió la sesión  Javier Pelaz Beci,   coordinador y vocal de AdR, agradeciendo al público su presencia y, a continuación presentó al ponente, Jaime Nuño González,  destacando en él su larga trayectoria como historiador y escritor de temas medievales y coordinador de la Enciclopedia del Románico hispano, editada por la Fundación de Santa María la Real. La conferencia versó sobre “Las Cuatro Colegiatas Románicas de Cantabria. El arte al servicio del poder y la gloria”. 
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      Al ser las cuatro colegiatas como cuatro iconos en Cantabria y escasear la documentación  resulta complejo decir cosas distintas y novedosas  así que Jaime Nuño  empezó con las  características  generales y aportó datos de una en particular.
      Para empezar  hay que tener en cuenta que una colegiata es una institución, que tiene una categoría de iglesia superior,  una organización similar a la de una catedral o  un monasterio;  un colegio de canónigos,  es decir,  una comunidad,  que está vinculada a la institución. En principio suelen tener una disposición como la de un monasterio con su  claustro, sus  dependencias comunes, pero no suelen hacer la vida claustral de un monasterio. Al frente está el prior, el abad  o deán.  Habitualmente  siguen la regla de San Agustín. Las colegiatas  probablemente en origen empezaron como monasterios. No se sabe cuándo los canónigos dejaron de vivir allí,  salieron ocupando casas alrededor y poco a poco se fueron alejando, incluso los abades no vivían allí.



      Estas instituciones eran muy importantes y quisieron reflejar  su importancia en el edificio  para la gloria. Todo lo que hicieron fue a mayor gloria de Dios y a mayor  gloria de la institución. Querían demostrar  su poder y el poder de Dios.
       Se construyeron en un momento clave, en un momento en que terminaba la del mejor época  siglo XII y empezaba  su decadencia, de allí  que varios se quedaron a medio construir.
      ¿Por qué se ubicaron estas  colegiatas en aldeas  tan pequeñas como la de  Cervatos? Si observamos el mapa topográfico de Cantabria, dijo el ponente,   podemos observar que hay dos edificios, Castañeda y Santillana en la zona prelitoral y otros dos, Cervatos y San Martín de Elines  al lado de las montañas. Además, si lo relacionamos con las iglesias  románicas vemos que  están  situadas en vías de comunicación importantes:  la vía transversal  de la costa para Santillana y Castañeda;  Cervatos está situada en el antiguo camino  romano que comunicaba la meseta con Suances  y Santander. En cuanto a  San Martín de Elines  está situada en el corredor del Ebro, uno de los centros de comunicación más importante de la época. 
      ¿Qué ocurre en esta época? Podemos dividir el reino de Castilla en tres zonas: el  sur, ocupado por los musulmanes; el norte, dominado por los cristianos; y un área de nadie donde ni los musulmanes son capaces de avanzar hacia el norte ,ni los cristianos  de  avanzar hacia el sur, más allá de Toledo, que  fue  conquistada al final del siglo XI. Estamos en la retaguardia, lejos de los problemas.  El último peligro fue a finales del siglo X con  Almanzor. Además estamos en  un momento de gran eclosión: el  crecimiento demográfico es importante, la  bonanza climática, excepcional, favorece unas cosechas excelentes, la situación económica  y política es muy buena, así que se puede construir.
      El segundo punto que abordó Nuño,  fueron las cuatro colegiatas, con referencias históricas cuando las hubiere. No se detuvo en la descripción desde un punto de vista artístico, ya que considera que la ejecución de la decoración no está a la altura de la construcción de los edificios. Sin embargo sí que se sabe trabajar la piedra. Añadió que la decoración figurada es muy frecuente en Cantabria.
Colegiata de Santa Juliana de Santillana del Mar
      Se funda cerca del mar y bastante alejada de la costa para evitar los posibles peligros que puedan rondar por la costa.  Además las grandes ciudades como Oviedo, Cangas de Onis…  están en el interior porque en la costa la tierra no vale nada y la pesca no es un gran recurso. 
      No sabemos cuándo se fundó Santillana,  pero  García Guinea  supone que alrededor del 800 cuando se organiza el reino de las Asturias de Santillana. La primera referencia es de 943, aunque hubiese podido  existir antes. Se conserva  un documento de 989: un pacto de administración entre el abad y los 49 monjes que vivían en la comunidad.  No sabemos cuándo se pudo convertir en colegiata. Hacia 1000 vive su mejor momento, recibe donaciones,  incluso a principio del XI con el rey Sancho III de Navarra. En el siglo XII ya no hay comunidad dentro. A finales del XI y principio del XII empiezan las obras  de renovación del edificio,  pero cuando acaban Santillana está en declive. En el inicio del XIII,  la villa se independiza y deja de contribuir al sostenimiento de la colegiata. A partir del XIV,  la decadencia es total,  el abad así como los canónigos van desapareciendo. En 1774 cuando se crea el obispado de Santander el abad se integra  en la figura del obispo y en 1852 desaparece como colegiata. 
      No sabemos nada de los edificios anteriores, ya que no se estudió  desde un punto de vista arqueológico. La gran obra de la iglesia se construye entre  1090 y 1120, el  tránsito entre el siglo XI  y XII. Consta de tres naves, un claustro y algunas dependencias. Desde un punto de vista constructivo es magnífica: altura, cabecera, fachada. Sin embargo la ejecución de los capiteles no es importante y según García Guinea varios manos los han esculpidos. Representan gente trabajando, un caballero con dragón, uno erótico, dos peones con la espada, un enfrentamiento entre dos caballeros … A finales del XII  y principio del XIII se construye el claustro del cual se conservan 43 capiteles y  unos relieves de  mitad del siglo XII  muy grandes que formaban parte de una portada que se encontraba al oeste del edificio. Destaca también la pila bautismal con una representación de Daniel en el foso de los leones, así como el sepulcro de un infante de Castilla de época románica.


Colegiata de Santa Cruz de Castañeda
      La documentación es prácticamente nula. Se fundó alrededor del  811.  En 1092 hay referencia en el cartulario de Santa María del Puerto de Santoña. Es un documento comercial.  En 1541 el segundo conde  de Castañeda y primer marqués de  Aguilar, Juan Fernández Manrique,  consiguió que la parroquia San Miguel sea colegiata  lo que implicó la desaparición de las colegiatas de Castañeda, Cervatos y Elines.
      Era una comunidad pequeña con 6 o 7 miembros. Estructuralmente  es un gran edificio. Consta de dos naves, no sabemos si hubo una tercera.  El resto son dependencias más modernas. Se organiza con una torre central románica sobre crucero, una arquitectura poderosa, unos arcos en la base del ábside, desde un punto de vista  arquitectónico es muy relevante y escultórico más pobre. La decoración es habitual en las ventanas, en los capiteles, los canecillos…  Entre los siglos siglo XII-XIII se construye una nave lateral.  
Colegiata de San Pedro de  Cervatos
      Es la colegiata más humilde con una sola nave, una torre tardo-románica, una gran arquitectura, una escultura figurada muy abundante con profusión de escenas eróticas, una gran cabecera, una portada caracterizada con un maravilloso tímpano donde se ve unos fieros leones. Los capiteles tienen una mejor elaboración aquí; el presbiterio está separado de la parte semicircular  por dos capiteles, cosa rara. Cervatos tiene dos inscripciones: 13 de abril de 1129, posible fecha de construcción y  la otra, 7 de noviembre de 1199, corresponde a la construcción de la torre. La consagración de la iglesia no tiene que ver con la finalización  de las obras.
Colegiata de San Martín de Elines
      Está situada en el corredor del Ebro cerca de un asentamiento romano.  Es una zona donde  la presencia de eremitas e iglesias rupestres es muy importante. Una cita nos indica que  en 1102 se arruinó esta iglesia. En 1175  rey, Alfonso VIII, hizo una donación para contribuir a la reconstrucción del edificio. En 1541 dejó de ser colegiata. 
      Es una gran iglesia con una torre de caracol que funcionaba como defensa y vigilancia, un claustro orientado  al suroeste, no tiene puertas al norte y al sur. Su arquitectura es grande. Se construyó una ventana en el lateral del ábside, ya que  el retablo no permitía  el paso de la luz. Los canecillos son llamativos, algunos muy altos y capiteles de  vegetales. La nave  es sencilla con unos capiteles únicos.  Tuvo un conjunto de  pinturas murales. En el claustro del siglo XVII podemos encontrar la  tumba del caballero peregrino, la  tapa de una tumba románica así como elementos mozárabes, dos ventanas con arco de herradura.
      En 2001 se hizo una excavación arqueológica que permitió descubrir los restos de une iglesia pre románica minúscula,  125 difuntos y objetos diversos (monedas, restos de ataúd tachonados, espuelas…). 
      Jaime Nuño acabó su conferencia con una reflexión y un mensaje de esperanza :“Cuando se va con otros ojos y cuando hay mejores tiempos para la investigación y otros métodos,  las cosas son diferentes. Esperemos que vuelvan estos tiempos y  podamos decir cosas nuevas sobre Santillana, Santa Cruz de Castañeda y Cervatos”.
      Una fuerte ovación de los numerosos asistentes cerró la exposición del confereciante.

Patricia Muñoz Caudal. Santander

jueves, 28 de abril de 2016

Resumen de la conferencia del profesor José A. GARCÍA DE CORTÁZAR, dentro de las III JsAR



      
       La conferencia inaugural de las III Jornadas sobre Arte Románico, organizadas por el Aula de Patrimonio Cultural de la UC y Amigos del Románico de Asturias-Cantabria, fue disertada por el catedrático emérito de Historia Medieval de la Universidad de Cantabria, José Ángel García de Cortázar, el pasado día 5 de Marzo, en la sala Fray Antonio de Guevara del Paraninfo de la UC, de Santander sobre el tema “Cantabria en los tiempos del románico”.


      Antes del inicio de la ponencia abrió el acto el coordinador de AdR, Javier Pelaz, que agradeció al numeroso público su asistencia a pesar de que la  mañana resultó desapacible. A continuación, presentó al conferenciante José Luis Pérez, responsable de las actividades del Aula de Patrimonio, que hizo una semblanza del ponente como docente universitario e investigador del mundo medieval. 

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      El profesor comenzó enmarcando el relato siguiendo los parámetros del espacio, el tiempo y las actividades a revisar. 

      Así el espacio se centra en cinco comarcas: Las Asturias de Santillana, Trasmiera, Campoo, Liébana y Valderredible; el tiempo: entre la segunda mitad del siglo XI hasta finales del XII; y las actividades a revisar: la organización de sociedad, la economía, la política, el reparto del poder y la actuación de la iglesia entre otros.

      La población, repartida en aldeas que pivotaban sobre valles, se calcula que presentaba una demografía de unos diez habitantes por kilometro cuadrado y con una baja esperanza de vida, de entre treinta y treinta y cinco años.

      Con una alimentación basada en los productos cercanos al establecimiento: castañas, bellotas, pesca; y los productos obtenidos de la matanza del cerdo y con el pan, de trigo o centeno , y con vino que se pudo producir debido a la elevación de la temperatura , más de un grado y medio, en esta época.



      Con viviendas construidas con material perecedero (madera y barro), con vestimenta que no diferenciaba entre lo masculino y lo femenino.

      Estas poblaciones vivían a un ritmo septenario para la persona; desde el  nacimiento a los siete años, la niñez; de los siete años a los catorce, la adolescencia; y de los catorce a los veintiún años, la toma de estado.

      Las comidas se repartían entre la del día y la de la noche, Las horas  se marcaban por las campanas siguiendo el horario, también septenario de las horas canónicas, de maitines  a completas.

      Las estaciones eran solo la de invierno y verano  y se contaba con veinticinco días anuales  de descanso, sin incluir los domingos. Grandes festividades eran: la Navidad, San Juan, la Virgen de Agosto, San Mateo y San Miguel.

      La economía local, basada en la agricultura y la ganadería, era de subsistencia. Solamente se apartaban del patrón de la subsistencia las transacciones con los monasterios de los que eran tributarios. 

      Estos monasterios les pedían productos que podían conseguir los aldeanos. Así, a los de Soba se les pedía que aportasen una libra de cera, a los de Colindres y Laredo odres con aceite de ballena, a los de Ganzo una libra de plomo, y a los de Piélagos y Guriezo pescado.

      La estructura social estaba basada en la familia nuclear formada por padres e hijos, que explota sus parcelas y se ayuda con la caza para conseguir la supervivencia.

      Existía una jerarquía social. Los vasallos, los colonos o collazos servían a sus señores. Los artesanos se desplazaban entre las aldeas para realizar sus oficios: herreros, alfareros etc.

      Durante el reinado de Alfonso VIII las cuatro poblaciones marineras, Castro, Laredo, Santander y San Vicente, obtienen el rango de villas  con obtención de un fuero similar al de Sahagún y Logroño lo que propició su despegue demográfico y económico.

      El poder de juzgar estaba en manos del señor o el abad en lo religioso.

      El poder político se ejercía de forma concurrencial y jerárquica por el señor,el monasterio al que partencia la aldea y el rey.

      El poder eclesiástico, antes de la reforma del papa, Gregorio VII, estaba en manos de los señores los cuales elegían a quienes van ser los clérigos de las iglesias propias y van a cobrar los diezmos a los campesinos.

      Tras la reforma gregoriana hay una separación entre lo sacro y lo profano. Los laicos deben obediencia a los clérigos y se exige el pago del diezmo a la Iglesia.



      La reforma tiene efectos sobre el territorio cántabro ya que los monasterios existentes en estas tierras pasan a depender de otros monasterios de fuera del territorio.

      Exceptuado las colegiatas de Santanilla y Santander, que siguieron  independientes, los demás centros religiosos perdieron su independencia.

      Así, San Pedro de Cervatos y Santa Maria de Elines  pasan a depender de Burgos; Santa María del Puerto, de Nájera; Santa Maria de Piasca, de Sahagún y  Santo Toribio, de Oña.

      Acabó el profesor retomando lo que comentó al inicio indicando que se trataba de unas sociedad rural, organizada en torno a valles, con colonos o collazos , señores  e hidalgos los cuales, todos, vivían al ritmo de la luz y siguiendo las normas cristianas.

      Su magnífica intervención fue agradecida por los presentes con un continuado y fuerte aplauso.

José Manuel García-Maestro. Santander