INTRODUCCIÓN
El estudio del Románico como estilo
artístico cuenta con numerosos investigadores y las publicaciones existentes
sobre el tema son muy variadas y abundantes: arquitectura, escultura, pintura,
contextos socio-económicos a los que está unido este arte, etc.Sin embargo, al
comenzar a abordar un tema tan específico y con una simbología tan compleja,
como es la temática sexual o erótica, nos encontramos ante una serie de
problemas ineludibles: los trabajos que se han publicado sobre el románico
apenas hacen mención a estas representaciones; cuando lo hacen tienen siempre un
sentido peyorativo, como algo obsceno, sucio, pecaminoso; incluso algunos
autores llegan a calificar a los artesanos escultores de representaciones
eróticas como "artistas de mediana valía pero lo más lamentable es la censura
que muchas veces se ha impuesto, y las obras artísticas han sido mutiladas,
cercenadas o destruidas en su totalidad. Este trabajo no pretende ser una
catalogación de obras, sino que considero más importante intentar dar respuesta
a las incógnitas que se nos plantean: ¿por qué hacían este tipo de
representaciones? ¿qué sentido o significado tenían? ¿surgen solamente en un
ámbito geográfico y temporal concreto?
Capitel de la ventana absidal de la colegiata de San Pedro de Cervatos (Foto: Javi Pelaz) |
CONTEXTO
SOCIO-ECONÓMICO
El conjunto de la sociedad en
Cantabria presenta una estructura jerárquica muy definida, cuya base viene
regulada por la propiedad de tierras. La capacidad económica otorga el poder
político: condes, nobles, grandes propietarios y dominios monásticos detentan el
poder; frente a este grupo, el resto de la población: hombres libres y
siervos.Esta diferencia estamental es la causa del comienzo de las relaciones de
dependencia de carácter feudal, cuya consecuencia es la disminución de la clase
social de hombres libres, en favor del grupo de campesinos dependientes, aunque
su número, al igual que el los siervos, no fue nunca elevado.En esta estructura
social, en primer lugar está el Rey, figura suprema que ostenta el poder
más alto. En segundo rango el conde, que por delegación del rey gobierna
los condados. A continuación, está el "potestas terra", gobernador de una
comarca con o sin carácter de conde. Nobles de segunda categoría son los
infanzones con abolengo pero sin tener cargos burocráticos, aunque son
fuerzas respetadas en los concejos. En las clases bajas figuraban los
siervos, aunque no era frecuente la servidumbre en estas tierras, y
debida a la Repoblación predominaban los hombres libres: colonos,
adscritos a sus campos y sometidos al señor; y collazos, que por cultivar
una tierra ajena prestan una serie de tributos.
Los artesanos o gentes de oficio,
como herreros, molineros, alfareros... no eran todavía hombres independientes,
sino que seguramente siervos o colonos de señorío que se especializan debido a
la economía cerrada existente.Al lado de la nobleza civil figura la nobleza
religiosa, formada por obispos y abades de los monasterios
destacados, donde ejercían su señorío. El resto de religiosos está integrado
por: monjes, hermanos, presbíteros, diáconos, clérigos, etc. La Iglesia
era una institución muy poderosa, una auténtica potencia económica, política y
social. A pesar de ello la imagen que ofrecía el clero al resto de la población
no puede decirse que sea ejemplar. Los altos cargos, provenientes siempre de
nobles familias, se preocupaban más de los bienes materiales que de los
espirituales. El bajo clero no tenía preparación intelectual, y en muchas
ocasiones era incluso analfabeto. Desde el punto de vista moral, existe una gran
relajación de costumbres, y no era extraño el caso de concubinas, o esposas e
hijos. Además, la religión se encontraba invadida por los mitos, la fe se mezcla
con las supersticiones, sexo y religión se confunden. Sin embargo, existe la
creencia de que "la limosna elimina el pecado", y la Iglesia es el instrumento
de contacto con Dios, eso la sitúa en un lugar muy privilegiado.
Canecillos de la colegiata de San Pedro de Cervatos (Foto: Javi Pelaz) |
TEMÁTICA E
ICONOGRAFÍA
El amor y la sexualidad han estado
siempre ligados a la propia naturaleza humana. Desde el comienzo de los tiempos
en todas las culturas y pueblos han estado presentes, con distintas formas de
representación unas veces acatando la voluntad divina, otras en clara oposición
a ella: poligamia, incesto, homosexualidad, onanismo, bestialismo,
prostitución. Ante todo, es necesario saber que no podemos observar estas
representaciones desde la óptica actual, es decir desde nuestro concepto de
valores y de moralidad. Lo que para nosotros es erótico o pornográfico puede no
serlo para las gentes del siglo XII. La represión sexual era mucho menos fuerte
que en siglos posteriores, y de una sexualidad libre se va pasando a una
sexualidad vergonzosa. Las
representaciones de temas sexuales se ubican en su mayoría en el exterior de la
iglesia, aunque existen notables excepciones. Se sitúan en los canecillos que
sostienen los aleros o salientes de los tejados. También es frecuente que
aparezcan en las metopas situadas entre los canecillos.
Por último, pueden incluso estar en
capiteles, tanto del exterior como del interior.La temática es muy variada:
hombres itifálicos, mujeres en posturas lujuriosas (solteras y casadas, éstas
últimas llevan toca), coitos anales y vaginales, felaciones, parejas
abrazándose, mujeres pariendo, hombres y mujeres onanistas, falos erectos, monos
itifálicos, animales copulando, exhibicionistas. Otras representaciones que
también se pueden considerar como eróticas o de placer son músicos, bailarinas,
sirenas, personajes riéndose, sobre todo cuando provienen de una sociedad que se
plantea si la música, la danza o la risa son pecado. El problema que plantea la
iconografía es si estas representaciones responden a un deseo de expresar la
realidad social de la época, en cuyo caso sólo estarían plasmando la vida
cotidiana, sus usos y costumbres. En este caso, la sexualidad sería algo normal
y natural en sus vidas, dejando de lado todo tipo de inhibiciones. O si por el
contrario, estas figuras están llenas de sentidos alegóricos, cargadas de
simbolismos.El simbolismo está presente en muchas esferas del románico. Por
ejemplo, la iglesia románica simboliza la casa de Dios en la tierra, refleja el
orden universal: las iglesias se orientan hacia el este por donde sale el sol
(Cristo), las bóvedas imitan el cielo, el altar es el lugar más importante de
contacto con la divinidad, y se enmarca con el ábside (cielo), las ventanas son
los doctores y la luz que entra por ellas su pensamiento, las columnas son los
obispos, el pavimento es el pueblo...Creo que la solución puede estar en ambos
planteamientos.
Algunas esculturas pueden tener un sentido ornamental, los artistas expresan sus vivencias cotidianas o sus fantasías, o incluso las utilizan como medio para ridiculizar las costumbres de algunos curas o frailes. Otras están llenas de mensajes simbólicos, por ejemplo: la Concordia se representa a través de dos esposos abrazados, la Lujuria es una figura de mujer rodeada de serpientes que muerden sus órganos sexuales, el Demonio son formas de animales o monstruos, la Fecundidad puede representarse a través de los órganos sexuales masculinos y femeninos.
Autora: Mª Paz Delgado Buenaga. Santander
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