sábado, 10 de diciembre de 2016

SEXO Y ARTE EN EL ROMÁNICO CAMPURRIANO (Primera parte)

INTRODUCCIÓN

      El estudio del Románico como estilo artístico cuenta con numerosos investigadores y las publicaciones existentes sobre el tema son muy variadas y abundantes: arquitectura, escultura, pintura, contextos socio-económicos a los que está unido este arte, etc.Sin embargo, al comenzar a abordar un tema tan específico y con una simbología tan compleja, como es la temática sexual o erótica, nos encontramos ante una serie de problemas ineludibles: los trabajos que se han publicado sobre el románico apenas hacen mención a estas representaciones; cuando lo hacen tienen siempre un sentido peyorativo, como algo obsceno, sucio, pecaminoso; incluso algunos autores llegan a calificar a los artesanos escultores de representaciones eróticas como "artistas de mediana valía pero lo más lamentable es la censura que muchas veces se ha impuesto, y las obras artísticas han sido mutiladas, cercenadas o destruidas en su totalidad. Este trabajo no pretende ser una catalogación de obras, sino que considero más importante intentar dar respuesta a las incógnitas que se nos plantean: ¿por qué hacían este tipo de representaciones? ¿qué sentido o significado tenían? ¿surgen solamente en un ámbito geográfico y temporal concreto?

Capitel de la ventana absidal de la colegiata de San Pedro de Cervatos (Foto: Javi Pelaz)


CONTEXTO SOCIO-ECONÓMICO
      
      El conjunto de la sociedad en Cantabria presenta una estructura jerárquica muy definida, cuya base viene regulada por la propiedad de tierras. La capacidad económica otorga el poder político: condes, nobles, grandes propietarios y dominios monásticos detentan el poder; frente a este grupo, el resto de la población: hombres libres y siervos.Esta diferencia estamental es la causa del comienzo de las relaciones de dependencia de carácter feudal, cuya consecuencia es la disminución de la clase social de hombres libres, en favor del grupo de campesinos dependientes, aunque su número, al igual que el los siervos, no fue nunca elevado.En esta estructura social, en primer lugar está el Rey, figura suprema que ostenta el poder más alto. En segundo rango el conde, que por delegación del rey gobierna los condados. A continuación, está el "potestas terra", gobernador de una comarca con o sin carácter de conde. Nobles de segunda categoría son los infanzones con abolengo pero sin tener cargos burocráticos, aunque son fuerzas respetadas en los concejos. En las clases bajas figuraban los siervos, aunque no era frecuente la servidumbre en estas tierras, y debida a la Repoblación predominaban los hombres libres: colonos, adscritos a sus campos y sometidos al señor; y collazos, que por cultivar una tierra ajena prestan una serie de tributos.

      Los artesanos o gentes de oficio, como herreros, molineros, alfareros... no eran todavía hombres independientes, sino que seguramente siervos o colonos de señorío que se especializan debido a la economía cerrada existente.Al lado de la nobleza civil figura la nobleza religiosa, formada por obispos y abades de los monasterios destacados, donde ejercían su señorío. El resto de religiosos está integrado por: monjes, hermanos, presbíteros, diáconos, clérigos, etc. La Iglesia era una institución muy poderosa, una auténtica potencia económica, política y social. A pesar de ello la imagen que ofrecía el clero al resto de la población no puede decirse que sea ejemplar. Los altos cargos, provenientes siempre de nobles familias, se preocupaban más de los bienes materiales que de los espirituales. El bajo clero no tenía preparación intelectual, y en muchas ocasiones era incluso analfabeto. Desde el punto de vista moral, existe una gran relajación de costumbres, y no era extraño el caso de concubinas, o esposas e hijos. Además, la religión se encontraba invadida por los mitos, la fe se mezcla con las supersticiones, sexo y religión se confunden. Sin embargo, existe la creencia de que "la limosna elimina el pecado", y la Iglesia es el instrumento de contacto con Dios, eso la sitúa en un lugar muy privilegiado.

Canecillos de la colegiata de San Pedro de Cervatos (Foto: Javi Pelaz)



TEMÁTICA E ICONOGRAFÍA

      El amor y la sexualidad han estado siempre ligados a la propia naturaleza humana. Desde el comienzo de los tiempos en todas las culturas y pueblos han estado presentes, con distintas formas de representación unas veces acatando la voluntad divina, otras en clara oposición a ella: poligamia, incesto, homosexualidad, onanismo, bestialismo, prostitución. Ante todo, es necesario saber que no podemos observar estas representaciones desde la óptica actual, es decir desde nuestro concepto de valores y de moralidad. Lo que para nosotros es erótico o pornográfico puede no serlo para las gentes del siglo XII. La represión sexual era mucho menos fuerte que en siglos posteriores, y de una sexualidad libre se va pasando a una sexualidad vergonzosa. Las representaciones de temas sexuales se ubican en su mayoría en el exterior de la iglesia, aunque existen notables excepciones. Se sitúan en los canecillos que sostienen los aleros o salientes de los tejados. También es frecuente que aparezcan en las metopas situadas entre los canecillos. 
      Por último, pueden incluso estar en capiteles, tanto del exterior como del interior.La temática es muy variada: hombres itifálicos, mujeres en posturas lujuriosas (solteras y casadas, éstas últimas llevan toca), coitos anales y vaginales, felaciones, parejas abrazándose, mujeres pariendo, hombres y mujeres onanistas, falos erectos, monos itifálicos, animales copulando, exhibicionistas. Otras representaciones que también se pueden considerar como eróticas o de placer son músicos, bailarinas, sirenas, personajes riéndose, sobre todo cuando provienen de una sociedad que se plantea si la música, la danza o la risa son pecado. El problema que plantea la iconografía es si estas representaciones responden a un deseo de expresar la realidad social de la época, en cuyo caso sólo estarían plasmando la vida cotidiana, sus usos y costumbres. En este caso, la sexualidad sería algo normal y natural en sus vidas, dejando de lado todo tipo de inhibiciones. O si por el contrario, estas figuras están llenas de sentidos alegóricos, cargadas de simbolismos.El simbolismo está presente en muchas esferas del románico. Por ejemplo, la iglesia románica simboliza la casa de Dios en la tierra, refleja el orden universal: las iglesias se orientan hacia el este por donde sale el sol (Cristo), las bóvedas imitan el cielo, el altar es el lugar más importante de contacto con la divinidad, y se enmarca con el ábside (cielo), las ventanas son los doctores y la luz que entra por ellas su pensamiento, las columnas son los obispos, el pavimento es el pueblo...Creo que la solución puede estar en ambos planteamientos.

      Algunas esculturas pueden tener un sentido ornamental, los artistas expresan sus vivencias cotidianas o sus fantasías, o incluso las utilizan como medio para ridiculizar las costumbres de algunos curas o frailes. Otras están llenas de mensajes simbólicos, por ejemplo: la Concordia se representa a través de dos esposos abrazados, la Lujuria es una figura de mujer rodeada de serpientes que muerden sus órganos sexuales, el Demonio son formas de animales o monstruos, la Fecundidad puede representarse a través de los órganos sexuales masculinos y femeninos.

Autora: Mª Paz Delgado Buenaga. Santander

No hay comentarios:

Publicar un comentario