viernes, 22 de mayo de 2015

DESCRIPCIÓN DE SAN CLAUDIO DE OLIVARES (Zamora)


Iglesia zamorana de San Claudio de Olivares


       La Iglesia de San Claudio de Olivares fue catalogada Monumento Histórico Artístico en 1931. Está situada a extramuros del primer recinto amurallado de la ciudad, en el llamado arrabal de Olivares.  No se conoce mucho sobre su origen e historia. La primera mención documental es del 1176, pero algunos historiadores la consideran como la más antigua subsistente de las iglesias románicas de Zamora, basándose en la estrecha relación entre sus elementos decorativos con los de las iglesias del suroeste de Francia, particularmente de la región de Saintonge. Debió ser construida en dos fases: en la primera mitad del siglo XII, el ábside, y más tarde, a finales del mismo siglo, el resto. 

Cabecera en el más puro estilo románico


      La iglesia es de reducidas dimensiones, formada por una única nave irregular con presbiterio dividido en dos tramos y un ábside ultrasemicircular. Todo el edificio está ejecutado con sillería de buena hechura y ha sido objeto de varias restauraciones. Inicialmente estuvo abovedada, pero al estar su muro sur cercano al río Duero, sus crecidas acabaron derrumbándolo. Dicho muro ha sido rehecho y reforzado varias veces.


Portada abocinada


      El ábside se eleva sobre un podio corrido cuyo escalonamiento viene dividido en cinco tramos por seis pedestales sobre los que debieran alzarse otras tantas columnillas adosadas al liso paramento.  De éstas sólo se conserva la del lado sur mientras que la del norte, que es de reciente reconstrucción, al igual que las saeteras del ábside. La cornisa del ábside se adorna frontalmente con una banda ajedrezada y posee una colección de magníficos canecillos figurativos con una temática que alude en su mayoría a actitudes humanas tales, como lucha, trabajo, etc.

      La portada de ingreso se abre al lado norte, construida en arco de medio punto con cuádruple arquivolta: La primera arquivolta  interior, está formada por dovelas sin labrar a excepción de la situada en la clave que representa un «Agnus Dei» enmarcado por un óvalo. La segunda arquivolta cuenta con catorce dovelas. Los dos salmeres representan sendos leones, y las doce restantes escenas cotidianas propias de cada uno de los meses del año. Escenifican un mensario con las labores de los meses y los días, muy deteriorado.  La tercera arquivolta repite en todas sus dovelas grandes hojas de mucho relieve que se desarrollan simétricamente sobre una palmeta central.

Detalle de las arquivoltas de la portada



      Por último, la arquivolta exterior, consta de 20 dovelas y en ella se representa una colección de animales reales y mitológicos.


      Al interior, destaca el gran desarrollo del presbiterio que está organizado en dos tramos mediante arco triunfal, un fajón de medio punto en el centro descargado sobre ménsulas y otro sobre el plano del inicio del ábside. Está cubierto con bóveda de medio cañón y sus lienzos laterales aparecen aligerados mediante arquerías de medio punto. 

Sansón desquijarando al león



      Los capiteles interiores de la cabecera son de una magnífica talla y además se han conservado muy bien. Algunos de ellos son vegetales y de aves afrontadas, caulículos, crochets, animales reales y figurados… Destacan por su especial belleza el capitel del arco triunfal que representa el célebre episodio de Sansón desquijarando al león  y el capitel central del lado sur en cuya cara frontal dos centauros se enfrentan en combate: uno utiliza un arco cuya flecha está disparando contra su oponente; el otro, blande una lanza con su mano izquierda. En la cara occidental aparece una sirena de larga cabellera que sujeta su cola de pez con la mano derecha. La vista de este capitel desde el ángulo opuesto muestra un ser alado y dotado de brazos, con cola de dragón, y busto y cabeza humanos.  



 Como curiosidad decir que la profesora, Etelvina Fernández, considera esta pieza obra del mismo taller que trabajó en uno de los pilares orientales de la nave de la iglesia asturiana de Santa María de Villanueva, tales son sus similitudes estilísticas e iconográficas.


Lucha de centauros 



       Por  último señalar la presencia de una pila bautismal de origen impreciso, probablemente medieval,  al igual que los herrajes de la puerta del templo.

Sirena en actitud provocativa
 

Texto y fotos: Rosa G. Nieves. Madrid

Bibliografía:

-          Enciclopedia del Románico de Zamora. Fundación Santa María la Real.
-          Rutas del románico en la provincia de Zamora. Cayetano Enríquez de Salamanca. Castilla Ediciones.

 Otras fuentes:

www.lafronteradelduero.com

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