lunes, 26 de enero de 2015

ACERCA DEL TÉRMINO "ROMÁNICO"



      Han transcurrido casi dos siglos desde el momento en que Arcisse de Caumont empleara el término románico para designar el conjunto de edificios con características típicas e inconfundibles, erigidos en el occidente cristiano, a finales del XI y durante la centuria siguiente, y designados, hasta ese momento, de estilo "normando" o "sajón". “Al adoptar el término de románico -según palabras de Crozet- los arqueólogos franceses parecen haber querido subrayar lo que la hay de latinidad en el arte del mundo cristiano occidental antes de la llegada del gótico."

Arquería románica (Foto J. Pelaz)



      A raiz de la desmembración del Imperio romano surgió en Europa occidental una diversidad de pueblos –los que habían sido romanizados- que continuaron utilizando la lengua del Lacio como vehículo de comunicación, mas no era empero el latín clásico, sino una vulgarización de aquél. Con el tiempo, las lenguas vernáculas, que surgieron dentro de las fronteras de las nuevas naciones, se las tilda de “lenguas romances” por tener en común su origen: el latin vulgar (sermo vulgaris). 

 
Arcisse de Caumont
      Tras la saturación del Neoclasicismo surge en Alemania en el siglo XIX la corriente artístico-cultural llamada Romanticismo (Aufklärung). Una de las premisas de la nueva corriente fue dirigir una mirada de añoranza y recuperación a la tan denostada Edad Media -por artistas e historiadores- al calificarla de un periodo de total oscuridad cual boca de lobo.



      Como consecuencia de esa decantación por parte de los románticos hacia lo maravilloso (marabilia) de las construcciones románicas de antaño, surge la necesidad tanto de catalogarlas como de etiquetarlas. Es cuando aparece el arqueólogo Gerville utilizando por primera vez el término “románico” en una carta dirigida a su amigo Caumont. Éste en su obra “Clasificación de los estilos arquitectónicos” la usó para designar aquel estilo e hizo fortuna.

Charles de Gerville


Texto: Javier Pelaz. Santander

Bibliografia:
   Crozet, R. “L´art Roman”. Pp 1-3. Quadrige. Presses Universitaires de France. 1981
   Le Goff, J. “Lo maravilloso y cotidiano en el Occidente medieval”. Pp 9 y 10. Gedisa editorial. 2008

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