lunes, 19 de enero de 2015

PILA Y SARCÓFAGO DE LA ERMITA DE SAN FRUCTUOSO DE LAMIÑA (RUENTE-CANTABRIA)

La actual ermita de San Fructuoso de Lamiña se levantó a finales del siglo XVI o
principios de la siguiente centuria sobre los restos de un antiguo monasterio
ubicado en la ruta tradicional de salida de los foramontanos a Castilla, por el
puerto de Palombera. En el año 978 ya se hace referencia a la existencia de este
cenobio en el Cartulario de Covarrubias (in Kaornega illo monasterio Sancti
Fructuosi que vocitant illa Mima cum suos monasteriis), de modo que su fundación
debió producirse con anterioridad, a lo largo de los siglos VIII o IX.
Las ruinas de este antiguo edificio permanecieron soterradas bajo escombros
hasta que, en 1985, el Instituto de Prehistoria y Arqueología Sanz de Sautuola
emprendió unas excavaciones arqueológicas al pie de la fachada este de la
ermita, además de un sondeo cerca del pórtico y una cata en el interior. Como
resultado de estos trabajos se encontraron nueve tumbas de lajas, en una de las
cuales se recuperó un carbón que fue datado por radiocarbono en la primera
mitad del siglo IX, ratificando así la antigüedad del primitivo monasterio. Frente al
pórtico aparecieron fragmentos de cerámica altomedieval y un muro que pudo
pertenecer al antiguo cenobio.

Ermita de San Fructuoso de Lamiña



En el interior de la ermita se hallaron diferentes restos prerrománicos, como dos
pequeñas columnas de fuste sogueado y capiteles vegetales que estaban
alineadas y próximas, como si hubieran servido de sostén de algún arco. Más
relevantes fueron los hallazgos de un sarcófago y una pila de agua bendita, pues
ambos constituyen, junto a un capitel procedente de Las Presillas (conservado en
el Museo de Prehistoria de Santander), las muestras más sobresalientes del influjo
del arte asturiano en Cantabria.

La pila se vincula con el arte prerrománico asturiano en elementos tales como el
empleo de una talla plana y en su decoración, de formas muy esquemáticas, a
base de motivos vegetales y geométricos. La ornamentación de esta pieza se
organiza horizontalmente, a base de tres cordones sogueados, dos de ellos en los
bordes. Estos cordones delimitan bandas con espirales, interrumpidas por grandes
roleos y palmetas con una nervadura central rebajada que remata en lóbulos
ligeramente destacados.

Pila Bautismal


En el interior muestra un florón del que salen siete hojas, dos de ellas palmeadas
como símbolo del triunfo y de la gracia, en estrecha conexión con la funcionalidad
de la pieza, destinada a contener el agua de las abluciones o del bautismo,
aunque en el momento en que se hizo la pila, el bautismo se realizaba a través de
la inmersión.

El sarcófago es monolítico y antropomorfo, con caja rectangular alta y estrecha, y
cubierta de sección trapezoidal. Su estructura es semejante a la de las tumbas de
Valderredible, excavadas en la roca alrededor de las iglesias rupestres.
En los laterales está decorado con dos frisos con tallas a bisel, cuyos motivos
ornamentales varían su disposición en cada uno de los lados. Así, en un lateral
encontramos, en la parte superior, cuadrados de lados curvos inscritos en
circunferencias. Bajo ellos, una banda de esvásticas o hélices de cinco radios
inscritas en círculos. Al otro lado la banda superior se reserva para las esvásticas
y la inferior para los cuadrados de lados curvos, a los que se añade un botón
central.

En los pies tiene una cruz procesional de tipo asturiano, mientras que en la
cabecera se decora con dos bandas horizontales con cuadrados de lados curvos
inscritos en circunferencias.
La cubierta presenta en sus extremos sendas protuberancias circulares que quizá
favorecían el movimiento de la tapa. En los laterales volvemos a encontrar, a un
lado, los cuadrados de lados curvos inscritos en circunferencias. En el otro se
utilizaron rosas tetrapétalas inscritas en círculos. La parte superior está dividida en
cuatro bandas longitudinales separadas por motivos de sogueados, típicamente
asturianos. Aunque tenía tallas, actualmente no se pueden apreciar debido a su
deterioro.

Sarcófago prerrománico de Lamiña


Respecto a la simbología de los motivos que decoran el sarcófago, hay que
señalar que las esvásticas se suelen asociar con representaciones del Sol o de
Cristo. Las de Lamiña se han relacionado con las que aparecen en los modillones
de otros edificios prerrománicos cántabros, como los de Santa María de Lebeña,
Santa Leocadia de Helguera y San Román de Moroso.
Los cuadrados de lados curvos con botón en el centro se relacionan con la rosa
de la salvación. Se cree que el motivo central de la estela gigante de Lombera es
un precedente de esta iconografía en Cantabria.

 Las rosetas aluden a Cristo y a la vida celestial, mientras que las cruces patadas
son el símbolo por excelencia de la monarquía asturiana. Pueden aparecer, como
en este sarcófago, con los cabos horquillados o bien con cabos rectos.
María Ealo de Sá fue la primera en documentar los restos prerrománicos de la
ermita de San Fructuoso de Lamiña, cuando aún no se había emprendido la
restauración del edificio que, en aquel momento, presentaba un estado
lamentable. La historiadora advirtió de la existencia de dos sarcófagos, uno de los
cuales carecía de tapa, mientras que del otro sólo se conservaba la cubierta. En
realidad, se trataría de un único sarcófago que es el que se ha analizado en este
texto. Existe, además, otro sarcófago que se llevaron los vecinos del pueblo para
emplearlo como bebedero.

Sarcófago utilizado como pilón de la fuente


Texto: Isabel Cofiño.
AULA DE PATRIMONIO CULTURAL. UNIVERSIDAD DE CANTABRIA


BIBLIOGRAFÍA
CAMPUZANO RUIZ, E.: Catálogo monumental de Cantabria. Valles del Saja y del Besaya. T. II. Santander,
1991
BIBLIOGRAFÍA
CAMPUZANO RUIZ, E.: Catálogo monumental de Cantabria. Valles del Saja y del Besaya. T. II. Santander,
1991.
CAMPUZANO RUIZ, E.: “En torno al arte mozárabe en Cantabria”. Catálogo de la Exposición Fundación
Santillana. Santillana del Mar, 1998.
EALO DE SA, M.: “Hallazgos prerrománicos en Cantabria: San Fructuoso de Lamiña”. Boletín del Museo e
Instituto Camón Aznar, nº º7, 1984, pp. 119-126.
GARCÍA GUINEA, M.A.: Cantabria. Guía artística. Santander, 1995.
GUTIÉRREZ CUENCA, E.: “Dataciones absolutas para la arqueología de época histórica en Cantabria”, Nivel
Cero. Revista de Arqueología, 10, 1982, pp. 89-111.
POLO SÁNCHEZ, J.J. y SAZATORNIL RUIZ, L.: Arte en Cantabria. Itinerarios. Santander, 2001.

FICHA TÉCNICA
Universidad de Cantabria
VICERRECTORADO DE CULTURA, PARTICIPACIÓN Y DIFUSIÓN: Elena Martín Latorre
DIRECTOR DEL AULA DE PATRIMONIO: José Luis Pérez Sánchez
Autora del texto y coordinadora del proyecto ‘LA PIEZA DEL MES’: Isabel Cofiño Fernández, doctora en Historia del Arte
por la Universidad de Cantabria.
CAMPUS CULTURAL UNIVERSIDAD DE CANTABRIA. Teléfono.: 942 202001. e-mail: aulas.extension@unican.es
Dirección: Edificio Tres Torres, Torre C, Planta -2. Avda. de los Castros, s/n. 39005 Santander
La pieza del mes
‘LA PIEZA DEL MES’ es un proyecto de divulgación del Patrimonio Cultural de Cantabria promovido por el Aula de
Patrimonio Cultural de la Universidad de Cantabria que nació en 2009.
Se plantea como objetivo, una vez al mes (en concreto el primer viernes), acercar a la sociedad de una manera
divulgativa y comprensible un objeto mueble o un elemento singular del legado artístico con que cuenta esta
región

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