miércoles, 28 de mayo de 2014

IGLESIA PRERROMÁNICA DE SAN SALVADOR DE PALAT DE REY: UN ACERCAMIENTO HISTÓRICO-ARTÍSTICO


 

      La iglesia de San Salvador de Palat del Rey está considerada  como la más antigua de la ciudad de León.       

      El rey leonés, Ramiro II, la mandó construir a mediados del siglo X, en el centro de la ciudad, muy cerca de su palacio, el Monasterio de San Salvador, que incluía: una iglesia, un cementerio y un convento dedicado a acoger a las mujeres de la familia real. En él tomaría hábitos su hija Geloria. Todos los datos al respecto, están debidamente narrados en la Crónica de Sampiro, hacia el año 982: “ Ramirus (…) filiam suam Geloiram Deo dicavit, et sub nomine eisdem monasterio intra urbem legionensem mire construxit in honore Sancti Salvatorius iuxta palatium regalis.
 

       Años después sería el lugar de residencia de la infanta doña Elvira, que dirigió con mano firme los destinos del reino como regente, durante la minoría de edad de Alfonso V, a finales del siglo X. La permanencia de estas infantas monjas en este cenobio  duró unos pocos años, hasta su traslado al llamado monasterio de San Pelayo que sería el origen de lo que más tarde se conoció como monasterio de San Isidoro de LLa tradición entre los reyes asturianos era hacerse enterrar en un monasterio de su protección. Cuando la corte se traslada a León, la monarquía necesita  un cementerio real.  Así pues, el Monasterio de San Salvador, tendrá entre sus principales funciones ser panteón real. Allí fueron enterrados los reyes leoneses Ramiro II, Ordoño III y Sancho el Gordo. Tras el paso y devastación de Almanzor por tierras leonesas, aquellos enterramientos  fueron trasladados al Panteón Real de la basílica de San Isidoro.

 





      Según los trabajos arqueológicos llevados a cabo en la antigua iglesia del monasterio, que aún se puede visitar en el centro de la ciudad, se llega a la conclusión que su inicio comienza en la época altomedieval para continuar en la Baja Edad Media y ambos periodos se fundieron con la presencia romana durante el asentamiento de la Legio VII Gemina.

      La planimetría del edificio es de planta de cruz griega, mientras los lados Este y Oeste de la cruz tienen planta en forma de arco de herradura. De su estructura original sólo se conserva, a la vista, la base de los muros del ábside principal y la zona central del crucero, incluyendo todo el sistema de cobertura, que está formada por los cuatro pilares de piedra, los arcos de medio punto que los une y la cúpula que se soporta en ellos.

      El ábside principal se comunicaba con el resto de la iglesia por medio de un arco triunfal de herradura sobre columnas y capiteles, que, aunque haya desaparecido, ha sido reconstruido en la última restauración de forma perfectamente identificable como material añadido.

      Toda su configuración arquitectónica tiene similitudes con la iglesia de San Fructuoso de Montelios de Braga.

      El resultado final, de acuerdo con lo que ha llegado a nosotros, es una estructura que está mucho más relacionada con la última arquitectura visigoda que con la mozárabe, a pesar de clara influencia cordobesa y que parece disponer de dos ábsides contrapuestos.

      Según algunas opiniones de expertos sus antecedentes más claros se encuentran en las iglesias funerarias cruciformes que se construyeron en el siglo VII, con claras influencias del mausoleo de Gala Placidia,  en la ciudad italiana de Rávena.

      Podríamos considerar la restauración de la iglesia como paradigma del tratamiento que debería tener muchos de nuestros monumentos prerrománicos.

      La capilla es del siglo XVI. A la entrada existe una maqueta de cómo era el templo en la época de su construcción. Actualmente, acoge como museo piezas de gran valor histórico-artístico del Renacimiento.

      El edificio está catalogado como Monumento Histórico del Patrimonio español.

Texto: Emilia Higuera. Santander

*Suplemento para la visita de León

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Fotos:

Wikipedia

 

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